¿El boricua es un extranjero? [en los EE.UU., según Kimberly Guilfoye]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) El mensaje de Kimberly Guilfoye en el primer día de la convención del Partido Republicano, el mismo que se ha convertido en el partido del presidente Trump, fue muy curioso.

Para empezar, la ex-fiscal del estado de California, quien le debe su discurso a que es novia del hijo mayor de Trump, se confundió un poco en  términos  puramente legales al decir que es una norteamericana de primera generación cuando su madre es de Aguadilla. 

Pero, todo esto tiene que ver con la manera en que los norteamericanos ven a los puertorriqueños, una posesion de Estados Unidos desde 1898 y a la que se le concedió la ciudadanía estadounidense en 1917, por las razones que fuesen.

Los republicanos bajo Trump han apelado a los  instintos más racistas y xenofobicos de los norteamericanos. Sobre todo, estoy hablando de la población que jura por la “verdad” de acuerdo a Fox News. Que triste que alguien dependa de lo que dicen las cabezas hablantes de esa estación en cuanto a lo que pasa en el globo, especialmente en los Estados Unidos. Sencillamente, Trump y Fox News se han encargado de embrutecer a la su nación.

El Partido Republicano se ha convertido en el partido anti-imigrante de los Estados Unidos en una era ya prolongada en que la mayor parte de estos inmigrantes tienen la piel cobriza o los ojos “raros”. Dice la novia del heredero Trump que su padre era natural de Irlanda. Sus palabras son perfectas para alguien como Trump, que se refiere a los paises cuya población mayoritariamente no es blanca como “shithole countries”.

Pienso que la estrategia de colocar a esta ex-fiscal como oradora en la Convención republicana es dar la impresión de la colectividad de Trump es dizque “inclusiva” 

El Partido Republicano es todo lo contrario. En Puerto Rico hay algunos (demasiados)  que piensan que Trump hará a los Estados Unidos “Great Again”, su lema de campaña. En el continente norteamericano somos extranjeros para quien nos mira y habla, y de seguro estamos conscientes de eso. El puertorriqueño, seguramente en la isla, se considera  puertorriqueño primero a menos que tenga que portar un pasaporte. No basta con subir la ceja ante el discurso de  la novia de Trump, Jr. Tanto para los  estadounidenses como los puertorriqueños en, para  mencionar una ciudad, Nueva York, somos extranjeros.