Julio Cortázar traductor de Poe para la UPR

Cultura

(San Juan, 9:00 a.m.) Julio Cortázar nunca estuvo en Puerto Rico. Sin embargo sus vínculos con Puerto Rico se remontan a 1952 cuando era un escritor poco conocido, convalecía en París de un accidente en motora y recibió una carta del escritor español Francisco Ayala que era profesor de la Universidad de Puerto Rico y director de su editorial informándole que la UPR había aceptado su propuesta para la traducción de los relatos y ensayos de Edgar Allan Poe por la que le pagarían $ 2,500 que al final serían $ 3,000. Cortázar renunció a su trabajo y se fue a Italia, regresando a París nueve meses después con 2,000 páginas que se convirtieron en la traducción más popular de Poe debido a su brillantez, intensidad y belleza. Años después el querido amigo Nelson Sambolín fue contratado para realizar en computadora doce grabados del autor norteamericano para ilustrar el libro Obra en prosa de Poe traducido por Cortázar que había sido presentado en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, como homenaje en su bicentenario.

Cortázar conocía y admiraba la obra de Poe desde su juventud, cuando, como recuerda su biógrafo Miguel Herráez, empezó a “devorar toda la literatura fantástica que tenía a su alcance”. Elena Poniatowska cuenta que Julio le dijo que de niño despertó a la literatura moderna cuando leyó los cuentos de Poe. Antes que Cortázar recibiera la carta de Ayala, Julio y Aurora Bernárdez ya planeaban un viaje a Italia, que pensaban completar en una motora Vespa. Ese verano, cansado de moverse en bicicleta por París y pidiendo pon para las ciudades de los alrededores, Cortázar compró una moto Vespa de segunda mano para llevársela en tren hasta Milán y estar un mes recorriendo en ella la peninsula italiana. Para no atropellar a una viejecita que se atravesó en su camino, Cortázar se cayó de la moto y se rompió una pierna.

En su convalescencia recibió la carta del escritor español Francisco Ayala a quien había conocido a fines de los años cuarenta en Buenos Aires. En sus memorias Ayala recuerda que en aquella época nadie le hacía caso al joven Cortázar. Ayala recordaba el interés de Cortázar por la obra de Poe así que le propuso la traducción a la Universidad de Puerto Rico. “Es para que a uno se le caigan las medias, realmente”, le confesó Julio a su amigo Eduardo Jonquieres cuando recibió la carta de Ayala encomendándole la labor. Renunció a su trabajo, se casó con Aurora y juntos comenzaron a planear la aventura, viaje mezcla de vacaciones y trabajo.

En su trabajo Cortázar clasifica los cuentos de Poe en ocho apartados: cuentos de terror, sobrenaturales, metafísicos, analíticos, de anticipación y retrospección, de paisaje, grotescos y satíricos. La editorial Páginas de Espuma publicó la edición definitiva, crítica y comentada de los cuentos completos de Poe, en traducción de Cortázar, en edición del peruano Fernando Iwasaki y del mexicano Jorge Volpi con los prefacios del mexicano Carlos Fuentes y del peruano Mario Vargas Llosa. Cada cuento de Poe es comentado por un escritor.