“Fuego, fuego, los yankees quieren fuego” [los EE.UU. en conflicto]

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.) Pese a que nadie se ha dado cuenta en Puerto Rico, los EE.UU. se encuentran en una profunda crisis de país, de nación. La misma tiene poco que ver con Donald Trump, pese a que él es parte. La misma tiene que ver, más que nada, con la historia fundacional de dicho país.

Los EE.UU., como nación moderna, se fundó en abierto conflicto contra la multiculturalidad. Los inicios de dicho país se fundan bajo la premisa, asfixiante, bajo la cual solo los caucásicos de origen anglosajón tenían derecho a particular en el proyecto de nación. Por eso es que las comunidades indígenas fueron marginadas y excluidas. Luego fueron las poblaciones esclavizadas. Luego en el Siglo XX los territorios coloniales. Y finalmente, lo han sido las poblaciones latines migrantes.

Los EE.UU. están en llamas porque su cultura dominante no cree en la multiculturalidad. Cree, de forma dominante, en la exclusión de poblaciones e identidades no anglosajonas.  Por lo tanto, luego del asesinato de George Floyd a manos de policías blancos en el pasado mes de mayo de 2020, en 10 ocasiones se ha repetido el mismo episodio.  Es un país que vive de su repetición.

Ante este cuadro, debemos de pensar si es posible garantizar un bienestar de país para los boricuas dentro de un país que se fundó en la exclusión. Entendiendo que no es posible, la única opción correcta y concreta para los boricuas es luchar por su independencia y fundar un país, hermoso, a partir de la diversidad cultural.  Puerto Rico, para los boricuas y los caribeños. Pensemos.