El Centro para la Reconstrucción del Hábitat, Inc. denunció la falta de un plan para evitar que las escuelas cerradas se conviertan en estorbos públicos. La Organización sin Fines de Lucro, dedicada a atender el problema de propiedades abandonadas en la Isla y promover un manejo adecuado del abandono de propiedades, sigue muy de cerca la situación e indicó que el Estado Libre Asociado como titular y promotor del cierre de planteles se ha convertido en el primer generador de estorbos públicos en el país. “El cierre de escuelas, sin tener claro su futuro uso ha condenado a la mayoría de las escuelas a convertirse en un estorbos,” indicó Luis Gallardo, codirector de la organización.
El Centro recalcó el impacto que tiene el aumento de estorbos a la salud pública, vandalismo y criminalidad, ambiente, estética y la reducción en el valor de propiedad aledaña. Se realizaron cierres masivos sin tener un panorama claro de cuáles podían ser los efectos en los estudiantes, las familias, las comunidades y población general. “Para generar ahorros a corto plazo, se está dejando perder activos públicos que, en su momento, fueron una inversión millonaria para promover el desarrollo socioeconómico en el país” indicó Marina Moscoso codirectora de la organización. “La construcción de estas escuelas fue parte de un proyecto de país que buscaba sacar a la gente de la pobreza, todo lo contrario a lo que sucede actualmente” añadió. “Es probable que todavía estemos pagando por las emisiones de bonos que el gobierno hizo para poder pagar por el reacondicionamiento de muchos planteles en los últimos años” apuntó por su parte Gallardo.
Citando la realidad socioeconómica y medioambiental del país, la investigación que se realizó en colaboración con el Instituto Othering and Belonging de la Universidad de Berkeley, subraya el impacto comunitario que ha tenido el cierre de escuelas. Entre las recomendaciones del informe está que cualquier plan de reutilización de escuelas responda, principalmente, a las necesidades de las familias y las comunidades afectadas por tres olas de cierre de escuelas para las que no han habido planes de reutilización. El informe enfatizó la necesidad de detener cualquier futura ola de cierres sin haber establecido primero un plan de reutilización. Entre las recomendaciones también está la necesidad de adoptar mecanismos transparentes de planificación y participación comunitaria.
Como ejemplo de la falta de planificación y participación la organización ofreció el ejemplo del cierre de la escuela Luis Santaella en Aguas Buenas, cuyos estudiantes, padres y vecinos lucharon por que se mantuviera abierta y que, en su lugar, se cerrara la escuela Alfonso López O’Neill ya que la escuela Santaella tenía más salones, una biblioteca, una cancha deportiva, rampas de acceso, facilidades para terapias y un amplio comedor escolar.
Contactos:
Luis Gallardo Rivera, codirector 787-396-6606
Marina Moscoso Arabía, codirectora 787-479-9229