Yo, por la independencia

Política

Ayer se corrió “El Derby”. Un clásico del deporte hípico en los EE.UU. que se celebra en el estado de Kentucky.  En el evento, la corrida principal la ganó el caballo Authentic, cabalgado por el jinete boricua John Vázquez.  La noticia del evento, la que se discutió en los EE.UU. fue el dato que el evento se llevó a cabo sin público, debido a la pandemia, pero también que afuera del hipódromo habían tres protestas con potencial de guerra civil: por un lado los seguidores del movimiento Black Lives Matter; por otro lado un contingente de más de 200 hombres y mujeres afroamericanos, vestidos de negro, y parte del movimiento NFAC (No F…g Around Coalition); y finalmente otro contingente del grupo de blancos de derecha pro cultura de ley y orden y a favor de la policía también armados, llamados los Angry Vicking Patriots.  

Pues bien, ¿cuál fue la noticia que se transmitió en Puerto Rico?  Desde Jay Fonseca hasta el GFR media, incluyendo los grupos de izquierda y partidos políticos tradicionales, minoritarios y emergentes, la noticia fue que John Vázquez ganó la carrera.  Monumental noticia que un boricua gana por tercera vez el Derby, mientras todas y todos los boricuas invisibilizan que alrededor del hipódromo hubo la posibilidad de un encuentro que daría espacio a una guerra civil en los EE.UU.  

¿Cuál es la importancia de este evento?  Sencillo, el boricua, en general no se siente parte de la historia, procesos sociales, ni urgencias politicas de los EE.UU. Nuestra relación es una de convivencia oportunista, la cual nos permite pensar en la estadidad por el dinero; pedir fondos federales por todo, sin asumir responsabilidad en nuestro bienestar; y más que nada asumir en el rol de dependencia económica nuestra subordinación perpetua por razones de  nuestra “incapacidad” estructural.

Bajo esta dimensión plantearnos la estadidad, o la sana y saludable administración del territorio colonial, es simplemente un sin sentido. Es un sin sentido, pues el gobierno y pueblo de los EE.UU. no toma en serio para nada al gobierno y pueblo de Puerto Rico, pues es más que nada un “territorio no-nacional” con una población que tiene problemas a perpetuidad. Es decir, como han dicho varios oficiales de los EE.UU. en los pasados días, para la estadidad “Puerto Rico es un lugar muy costoso”.  Pero tambien lo es mantener la relación colonial a perpetuidad.

Dentro de esto, en los pasados 20 años, en la relación Washington, gobierno colonial, capital y sobre todo con los intelectuales intermedios, ha surgido la narrativa de que “el problema son los partidos tradicionales”  por lo tanto hay que cambiarlos y administrar bien por gente decente, la colonia y utilizar los fondos federales para nuestro desarrollo. 

Entonces, quedarnos en la lógica colonial, como buenos administradores, o como un estado, es participar eternamente en la cultura del colonizador.  Y aquí entra una segunda narrativa que lleva ya 120 años, de que la independencia “no es una opción” porque el pueblo la rechaza.  En realidad la rechaza Jay Fonseca, el GFR Media, los intelectuales intermedios que dejaron de hablar de la independencia, y más que nada, Washington.

Pues bien, a mi me importa poco la carrera del El Derby.  Lo que si me interesa es ver a los EE.UU. desde lejos, como haría St. Lucia, St. Kits y Nieves, Republica Dominicana o Cuba.  Mirarlos y pensar, que tengo una población en dicho pais que es parte de mi identidad pero que vive en dicho pais. Aunque, mis problemas nacionales son mis problemas y o tengo que buscarle una solución con los recursos que tengo.

En este contexto, la única opción que veo es la de la independencia.  Una que tenga por norte cinco puntos, y que se asuman:

  1. Primer, un estado-nacional, representante de la nación boricua, que con su propio cuerpo de leyes, sea eficiente, y garantice el bienestar de su población. 
  2. Un modelo económico basado en el desarrollo autosuficiente para el consumo nacional con énfasis en la agricultura y en la producción de bienes primarios, reduciendo la importación de bienes, y prescindiendo en esto del debate de las leyes de Cabotaje. No es la bandera de los barcos el problema sino la falta de producción local.
  3. Un modelo económico de desarrollo tomando por base el actual de manufactura especializado (farmacéuticas) con acuerdos de libre comercio con los EE.UU. y de asociacion económica con la Union Europea, o con China y Rusia, para la producción en la isla, y bajo nuestra infraestructura actual de fármacos de exportación.
  4. Un modelo de desarrollo cultural nacional e internacional, donde el eje sea el reconocimiento y fortalecimiento de una identidad nacional plural y tolerante a la diversidad de todas las subjetividades, que permita nuestro desarrollo como pueblo y la exportación de nuestra identidad como medio de sustento económico.  A manera de ejemplo, repensar la industria de la música urbana, la cual hoy, gracias a los talentos esencialmente boricuas, es mil millonaria.
  5. Fortalecer las instancias de soberanía nacional, como ya existe en el deporte o en la educación superior, Universidad de Puerto Rico, que ha demostrado que donde la nación boricua opera en total independencia, los resultados han sido “del cuadro de honor”.

Ante esto, solo me interesa apoyar la independencia en estas elecciones.  Por lo tanto, los dos partidos tradicionales, Partido Nuevo Progresista o Partido Popular Democrático, mantienen de una forma u otra la relación colonial.  De otro lado los partidos emergentes, sea Movimiento Victoria Ciudadana, Partido Dignidad o Eliezer Molina, solo promueven la sana administración de la colonia, lo cual nos deja en la dependencia económica mas profunda, como “incapaces” reestructurados que ahora administramos bien, pero siempre bajo la tutela de Washington.

Por lo tanto, yo, que estoy por la independencia, solo puedo apoyar al Partido Independentista Puertorriqueno (PIP), en las elecciones, como apoyo a otros movimientos sociales que promueven la independencia nacional.  Pero en las elecciones, apoyo al único partido que me saca de Washington; que me pone frente a ellos, y no detrás de ellos; y sobre todo, un partido que me permitiría profundizar en los cinco puntos antes mencionados. Y esto lo hago como lo he hecho por los pasados 40 años donde solo he sido funcionario de colegio electoral del desaparecido Partido Socialista Puertorriqueno o del PIP.

Por ende, yo celebro que John Vázquez haya ganado el Derby.  Un boricua que se destaca en la diaspora.  Pero celebraré más el dia cuando esa carrera no tenga ninguna importancia para nosotros, como hoy no la tiene el Tour de France (ciclismo) o la liga de baloncesto profesional de Italia o Argentina. 

Solo la independencia valora lo que tú eres: Boricua, yo/tu por la independencia.