La fiesta de Morovis y la libertad

Política

(San Juan, 1:00 p.m.) Los yankees, es decir los ciudadanos de los EE.UU. que viven en dicho país en el norte, tienen un concepto de libertad que en Puerto Rico no se tiene.  Será la cepa de la indígena taína, o la represión de los indios caribe, o que los cimarrones no pudieron establecer un territorio soberano en paralelo al estado español, pero los que vivimos en la isla, tenemos un sentido de libertad subordinado. Es decir, seguimos instrucciones, y punto.

Pues viene la fiesta de Morovis, convocada en las redes sociales por un grupo de aventuras tropicales, y la noticia es la fiesta sin mascarillas.  La noticia no es el sentido de libertad y desafío al estado.  La noticia es que violentaron las reglamentaciones del Departamento de Salud, y como tal hoy detuvieron a uno de los organizadores en el aeropuerto tratando de salir.  Por menos la gente del movimiento Black Lives Matter reclama fascismo en los EE.UU.  Nosotros, en las redes sociales “pedimos cárcel”  para que cumplan con nuestro ordenamiento.

¿Y qué de la libertad? Pues nada.  Como buenos administradores del territorio colonial, tanto los partidos políticos tradicionales como los minoritarios y emergentes, piden sanciones y control.

Piden que la gente no baile, no se reúna, no se bese en público, no viva feliz, y que no camine sin mascarillas.  En fin, un estado represivo territorial y colonial por virtud de los propios colonizados.

Pero vienen los yankees a Puerto Rico, y todos exigen sus derechos innatos a ejercer su libertad.  Si se enferman o se mueren, esa es su prerrogativa. Pero la libertad va por encima de todo riesgo. Son terribles estos americanos. Como terrible son estos boricuas [colonizados]. Pensemos.