República Dominicana condiciona su apoyo a Haití [ante la ONU]

Economia Solidaria

(San Juan, 1:00 p.m.) El gobierno dominicano mantendrá una política abierta de colaboración con Haití, pero no hay ni podrá haber una solución dominicana a la situación humanitaria ni a los problemas que padece la vecina nación, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, al participar en la mañana de este martes en la reunión virtual del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Dijo que para República Dominicana es de suma importancia la crisis social, de salud y política que se vive en el vecino Haití, debido al estancamiento de la celebración de elecciones y la falta de consenso en una agenda política común que defina un nuevo ciclo electoral.

“Advertimos de una salida prematura de la oficina (Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití) sin antes haber alcanzado condiciones adecuadas para ello. Esta compleja crisis política y económica ha degenerado en imposibilidad de buena gobernanza y es de profunda preocupación para República Dominicana”, precisó.

El Consejo de Seguridad de la ONU conoció hoy el informe sobre Haití preparado por Helen La Lime, representante del secretario general de ese organismo hemisférico y, además, se conoce la posible extensión del mandato de la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en el territorio haitiano.

El canciller Roberto Álvarez señaló que a pesar de que los homicidios disminuyeron un 12% en cifras oficiales, en los primeros 10 meses del año 2020, la violencia en esa nación continúa causando estragos. “Los secuestros han continuado. El enfrentamiento de pandillas ha desplazado familias”, dijo.

Manifestó que la intranquilidad ha tronchado la vida de personas prominentes, como el padre del director de la Policía haitiana.

“Ojalá que más temprano que tarde los autores sean sometidos a la justicia. La inacción como la impunidad son inaceptables”, indicó.

Pidió al Consejo de Seguridad mantener el mandato de la oficina en Haití y por igual exhortó a dotarla de todo el personal que necesita.

“Las fronteras compartidas implican que procesos políticos y sociales impactan significativamente en el otro porque el éxito de las políticas de salud o defensa requieren coordinación binacional. Dada la condición de Haití es imprescindible el apoyo de la comunidad internacional y de los organismos multilaterales”, dijo.

En los últimos cinco meses el área metropolitana de Puerto Príncipe ha experimentado una serie de  episodios de violencia en los que innumerables personas han perdido la vida.

La inseguridad y los actos de violencia han aumentado de manera alarmante en las últimas semanas donde las bandas armadas están ocupando más territorio, las poblaciones civiles están siendo atacadas y se están perpetrando masacres.

El asesinato de Monferrier Dorval, presidente del Colegio de Abogados de Puerto Príncipe, no lejos de la residencia del presidente haitiano, Jovenel Moise, ha causado una profunda indignación en la sociedad.

Al menos 307 personas han muerto entre abril y agosto pasados víctimas de los disturbios e inseguridad que se registra en siete sectores de la zona metropolitana de la capital haitiana.

“El fenómeno de la violencia y la delincuencia abarca muchos más territorios. Hay muchos más lugares donde la gente no puede circular. Los actos de violencia son cada vez más repugnantes”, denunció ante las agencias noticiosas Jocelyne Colas Noel, coordinadora general de la Comisión Episcopal para la Justicia y la Paz (CE-JILAP).

El informe, calificado de parcial porque todavía no han sido incluidos otros casos, establece que 152 personas murieron en actos de violencia entre abril y junio pasados; otras 104 en julio y 51 en agosto.

El estudio se fundamenta en investigaciones, denuncias y la información que circula en los medios de comunicación.