(San Juan, 1:00 p.m.) Como algo ingenuo, el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera hijo, quien junto a su padre llevan casi 50 años de administradores municipales de dicho municipio, anunció en el día de hoy que “habían ideado” un programa para pagarle la hipoteca a los residentes de su municipio que estuvieran en dificultad. Así como lo oyen, a 21 días de las elecciones, el municipio de Bayamón está ofreciendo pagar las hipotecas de sus residentes, que estén en morosidad/delincuencia (es decir falta de pago de marzo a agosto del 2020).
Esto es novel por varias cosas. Por un lado, por la oferta descabellada antes de las elecciones de dar un beneficio monetario a sus residentes. Nada a cambio, sin lugar a duda no han pedido nada a cambio. Pero no piense usted en cambiar al alcalde, pues éste le está pagando su hipoteca. Nada a cambio. Se trata de una idea que en los tiempos de Luis Muñoz Marín o Luis A. Ferrer se veía como una práctica común. Una nevera por un voto. Pero pagarle la hipoteca hoy en el 2020, a 21 días de las elecciones debe ser, como mínimo, investigado por la Comisión Estatal de Elecciones.
El alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, alega que su ayuda es parte del programa federal Emergency Solution Grant. Dicho programa, adscrito al Departamento de la Vivienda Federal, provee remedio para personas sin empleo, que no pueden pagar su renta (alquiler) o su hipoteca (propiedad). Lo interesante es hacer el señalamiento del programa a días de las elecciones.
De otro lado, usted puede llamar a la Oficina de Prevención de Servicios Comunales del municipio, y es ahí donde comienzan los problemas. Pues resulta, que ellos no garantizan el pago de hipoteca. Eso lo hace el banco donde usted tenga su hipoteca. Estos solo manejan el pago de la renta de alquiler. Así que hay algo extraño en el mensaje del alcalde Ramón Luis Rivera.
Cuando uno llama al banco, tomen de ejemplo el Banco Popular de Puerto Rico, en la oficina de mitigación de pérdidas, estos alegan desconocer el programa del municipio de Bayamón. Nos informan, luego de haberlos llamado, que varias personas han llamado, pero ellos desconocen de este programa. Es más, nos indicaron que llamemos el viernes.
En fin, que en los tiempos de Joaquín Balaguer, expresidente hoy fenecido de la Republica Dominicana, los votos se compraban con neveras, estufas y dinero. En Puerto Rico, ya también lo hicimos en los tiempo de Muñoz Rivera, Ferré y Romero Barceló. Pero hacerlo en el Siglo 21, es como volver al pasado. Cualquiera podría pensar que se trata de un acto de mala administración de fondos públicos intentando comprar el voto y el silencio de elector (dinero por el voto). Pensemos.