Yo, con miembro imponente.
Ella, con su mirada lasciva.
Repente expresión antónima se plasmó en su mirada.
Abulia ahora lleva el mazo en la mano
el mismo que percutía su dignidad.
Mientras, ella sonreía
mientras, la escuchaba aislada.
Pagamos el y yo juntos por pecadores…
juntos, por paganos
Aunque al rato eran de varios tonos,
nuestra esencia…
en flores pintadas escarlata fue lo único que dejamos.