Vienen los Federales [el cuco y satanás en un solo pote] a detener al PNP

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.)  En el proceso electoral ha entrado desde el día de ayer la narrativa de que el gobierno federal, por vía del Departamento de Justicia, esta “observando”  a los boricuas.  En dicho proceso de observación, el jefe de la fiscalía federal alega que próximamente culminaran una serie de investigaciones y tomaran acción contra los imputados.

Se trata de la teoría del miedo.  El miedo que el jefe de fiscales, Stephen Muldrow, quien no lleva ni dos meses en Puerto Rico, ha inventado contra la ciudadanía. Esta cultura del miedo, la cual ha mantenido por décadas el gobierno federal, incrementa en tiempos electorales, cuando fiscalía, consistentemente interviene antes de las elecciones para determinar el curso a seguir en los eventos.

No nos podemos olvidar, que en las elecciones del 2008, a meses del evento, el gobierno federal intervino contra el entonces gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá.   En la actualidad, y a toda intención de interferencia electoral, el gobierno federal por vía de su portavoz local Muldrow, interviene en conferencia de prensa ayer para delinear un plan de trabajo el cual promete arrestos [nuevos y viejos] contra la corrupción.

La situación nacional está sumamente fluida.  Nadie se puede proclamar vencedor hoy. Las encuentas, las oficiales plantean un empate virtual entre los dos partidos de mayoría, y un segundo empate entre los dos partidos minoritarios o emergentes, por la tercera posición.  Por lo tanto, cualquier investigación, con nombre y apellido o arresto de funcionario publico en estos 14 días previo a las elecciones, serán determinantes para definir las posiciones uno a la cuatro del listado electoral boricua.

Mientras, el Partido Nuevo Progresista (PNP) en todas sus contradicciones y aspiraciones, necesita de forma urgente ganar tanto la gobernación como el plebiscito, dado que está en juego su propio futuro. Cuentan nuestros informantes, que la presión sobre Washington y sobre ellos, es brutal. Al punto, que los homenajes a Wanda Vázquez no son libre de ataduras.  De igual forma, el dinero entrando a las arcas del gobierno republicano, tampoco son libres de ataduras. Que le pregunten a Abel Nazario, que según nuestros informantes se la ha pasado en Washington solicitando un indulto presidencial.  La pregunta, ¿a cambio de qué?  Pensemos.