La caída del Monstruo [Fulgencio Batista] en Cuba [1 de enero de 1959] ¡Viva Fidel!

Historia

Documento este reportaje sobre la estadía de Batista en Santo Domingo y su tensa relación con Rafael Leonidas Trujillo se publicó en el Diario Libre de la República Dominicana:

"Rafael Leonidas Trujillo cobró compulsivamente 3 millones de dólares al dictador cubano Fulgencio Batista por la venta de fusiles San Cristóbal para combatir a los expedicionarios del Granma, que desembarcaron el 2 de diciembre de 1957, comandado por Fidel Castro Ruz. Batista, quien llegó al país el 1 de enero de 1959, cuando el Ejército Rebelde derrotó a sus tropas, pasó situaciones engorrosas con la petición de Trujillo para que saldara la deuda. Fue hospedado junto a su familia en el Palacio Nacional.

Detalles de esos acontecimientos son contados por Alfredo J. Sadulé, a la sazón capitán del Ejército cubano, asistente militar de Batista. El derrotado presidente cubano, quien murió en 1973 en Marbella, España, paso dos días en prisión presionado por Trujillo para cobrar la deuda. Un día se presentó al hotel Jaragua un ingeniero italiano con sombrero y ataviado con un sobretodo ¡en pleno Caribe! a cobrarle. Uno de los ayudantes de Batista le dijo: "esa deuda no es personal sino del gobierno cubano".

“Batista estuvo dos días en la cárcel -expone Sadulé- y para salir definitivamente de Santo Domingo tuvo que pagar aquella deuda, de 3 millones de dólares. Pudo salir gracias a su abogado norteamericano Lawrence Berenson, y a una gestión del presidente de Brasil, Kubitschek, ante Salazar, primer ministro de Portugal”.

“Presidente, acéptelo sin condiciones. No le pido nada a cambio solo quiero defender la democracia en el Caribe”, le increpó Trujillo a Batista cuando le presentó un regimiento con 12 carros de combate y 12 aviones Vampiros con la enseña cubana en la cola, más 3000 hombres de armados que lucían el escudo cubano.

Batista al rechazar la oferta de Trujillo le dijo: “Inaceptable, General. Si regreso alguna vez a Cuba iré comandando tropas cubanas”.

"Estos 3000 hombres es lo que mi país, la patria de Duarte, le ofrece para recuperar a Cuba de manos de esos facinerosos"- le dijo Trujillo. Batista le respondió que las Fuerzas Armadas cubanas no querian pelear. “Además aunque aprecio en todo lo que vale su oferta, eso no sería un acto patriótico, sino un ataque militar de una potencia extranjera, pues estos hombres son dominicanos”.

La decisión de Batista molestó a Trujillo y narra Sadule que a partir de ahí comenzó su viacrucis en Santo Domingo, por lo cual fue sacado del Palacio Nacional y enviado al hotel Jaragua.

Joaquín Balaguer en Memorias De Un Cortesano de la “Era de Trujillo”, dice que Trujillo urdió un plan para extorsionar a Batista y recurrió al gangster cubano Policarpo Soler.

"Batista, quien comprendió que al buscar refugio en Santo Domingo había caído en una especie de trampa, reaccionó airadamente, pero las presiones que se hicieron contra él fueron tan grandes y al propio tiempo tan descaradas, que optó por desembolsar una gruesa suma de dinero”, señaló Balaguer.

Soler recibió entonces 250 mil dólares, que depositó en el Banco de Reservas, que luego le negó devolverle, por lo que asesinó al administrador, Juan A. Morales, con la “aparente anuencia de Trujillo”. Soler fue abatido por los servicios de seguridad dominicanos y el dinero depositado en el Banco de Reservas pasó a manos de Trujillo.