Para eliminar la pobreza infantil, debemos educar

Caribe Hoy

En días pasados el gobernador Pierluisi convirtió en ley el proyecto del Senado 293: “Ley de Política Pública de Puerto Rico para Combatir la Pobreza Infantil y la Desigualdad Social”.  Esta ley busca que en un término de 10 años se haya reducido la pobreza infantil a la mitad.  Podemos afirmar que sin duda esta ley parece dar un paso hacia adelante para reducir este mal.

El problema, hemos dicho en muchas veces, no son las leyes escritas, que, si uno las lee, parecería que vivimos en uno de los países más avanzados y justicieros del globo.  El problema viene en la implementación y ejecución de las leyes y las políticas públicas que tiene el estado.  ¿Porque digo esto? Veamos. La UNICEF define la pobreza infantil como una situación en la que niñez sufre alguna privación de los recursos necesarios para sobrevivir, desarrollarse y prosperar, lo que les impide disfrutar de sus derechos, alcanzar su pleno potencial o participar como miembros plenos y en pie de igualdad en la sociedad. Los niños y niñas que viven en pobreza están privados de un nivel adecuado de nutrición, instalaciones de abastecimiento de agua y saneamiento, acceso a servicios básicos de atención en salud, alojamiento o educación, condiciones que otorgan un carácter multidimensional a la pobreza infantil.

En este articulo quiero hacer énfasis en la educación como elemento fundamental para erradicar la pobreza infantil. El tema de la educación es uno demasiado importante en nuestro archipiélago y las acciones del gobierno en sus acciones hace años es un cómplice y causante directo de la pobreza infantil, al permitir la malversación continua de fondos en el Departamento de Educación, al cerrar escuelas públicas para vender los planteles escolares a intereses privados, al no cumplir con órdenes del tribunal en el caso de la niñez con necesidades especiales, al eliminar escuelas especializadas para que nuestro niños y niñas puedan desarrollar destrezas y saberes que les ayuden en su movilidad social, así como su desarrollo como ciudadanos plenos de nuestra sociedad. 

La pobreza infantil es un problema en cuanto a vulneración de derechos y en términos de su importancia para el desarrollo social de los países. La pobreza infantil es un eslabón clave en la reproducción intergeneracional de pobreza y la desigualdad. Esto quiere decir, que las oportunidades de la niñez están condicionadas por la posición de los padres y el nivel de vida que estos les puedan brindar.  Sin oportunidad para sus padres, a la niñez le es muy difícil romper el ciclo intergeneracional de la pobreza.

En días pasados se ha promovido una campana en las redes sociales para recolectar firmas para que no se cierren dos de las escuelas especializadas en artes y música en Puerto Rico. La educación pública en Puerto Rico es un desastre.  El gobierno quiere decir que aboga por la erradicación de la pobreza infantil y que quiere reducirla a la mitad en un término de diez años, pues para esto la solución no puede ser seguir cerrando escuelas y programas educativos.  Al contrario, si el gobierno realmente quiere lograr su meta, lo primero que tiene que hacer es fortalecer la educación pública del país.  Incluso, debe abrir programas paralelos para padres y madres, de modo que se pueda ir rompiendo el ciclo de pobreza intergeneracional desde diferentes frentes.

Debemos pensar que el gobernador, los políticos y muchas personas dentro del Departamento de Educación conocen el modelo educativo de Finlandia, uno de los países más avanzados en sistemas educativos.  Finlandia es un país socialista-democrático donde la educación es la misma para todo el mundo, independiente de su estatus social.  Por ello debemos mantenernos atentos a los intentos banales de seguir aprobando leyes que al fin al cabo son tiradas al traste por la implementación deficiente.  Un país sin educación o con educación limitada no va a salir de su pobreza.  Al contario, va a sumirse más en ella; y va a estar sujeto al control de los gobernantes abusivos que buscan perpetuar la ignorancia.  Estemos pendientes porque las buenas intenciones para erradicar la pobreza infantil conllevan mucha más acción que la mera firma de una legislación. La educación es fundamental para la movilidad y la erradicación de la pobreza infantil.