El Indio ante el Rey

Cultura

(San Juan, 9:00 a.m.) Murió “El Indio” Johnny Báez, ícono riopedrence, cardenal hasta la muerte.  Cuando comencé a seguir el baloncesto, ya el Indio se estaba quitando.  El nació en 1935 y yo en 1959.  Pero lo vi jugar con los Cardenales de Río Piedras.  Jugador muy ofensivo, anotador cerca del canasto, brillante, de buenos movimientos con y sin la bola.  Ya en el final de la década de 1960, Báez se convirtió en el tercer jugador de nuestro baloncesto en arribar a los 5,000 puntos.  El primero fue el ponceño Juan “Pachín” Vicens y el segundo el cialeñoRaúl “Tinajón” Feliciano.  Báez fue un astro de nuestras canchas y digno representante de esta Patria internacionalmente.

Dos cosas me han dicho “de buena tinta” de Johnny Báez.  Un riopedrence de su época lo veía de niño lanzar (y encestar) por horas una bola de tenis por un “canasto” hecho por él mismo.  Era nada menos que un colador de café de tela, cortado en el fondo para que la bola pudiera bajar.  El diminuto aro y su “maya” estaba empotrado en una pared de la propia casa de Johnny en el cruce dePonce de León y la vía del tren, hoy Ave. Gándara, diagonal a lo que por muchos años fue el negocio “La Torre”.  Circa 1949-50.

Más o menos en esa época jugaba softbol en la Escuela Superior de la UPR (UHS).

A propósito de la reciente visita del Rey de España, Felipe VI, recordemos que su padre, Juan Carlos I de Borbón, anterior rey, visitó a Puerto Rico en 1987.  Apocos minutos de descender del avión y después del saludo protocolar, una de las primeras cosas que el monarca preguntó al entonces Gobernador de Puerto Rico, Rafael Hernández Colón, fue por su amigo Johnny Báez.  Habían jugado juntos en la prestigiosa liga del Real Madrid, probablemente en la misma década de 1960, cuando Báez ya era una estrella en Puerto Rico.  El propio Johnny confirmó humildemente la anéctoda en mi presencia cuando se le preguntó por ella en el Restaurante Zayas de la Urb. Roosevelt en Hato Reydonde a veces se le veía almorzar en su silla de ruedas y con algunos amigos.

Bendiciones y buenos recuerdos para el Indio Johnny Báez, uno de los pilares de las canastas y el tabloncillo.