Ya la pandemia del Covid-19 no existe. Ahora cada país se encargará de enfrentarlo y tratarlo individualmente, según los epidemiólogos y expertos de cada país. A la luz de esta nueva realidad, muchos países han descartado las restricciones que se tenían en cuenta para la prevención del contagio masivo de este virus.
Según BBC News, Nicola Sturgeon, la primera ministro de Escocia, anunció que para el 21 de marzo las restricciones legales que se habían impuesto en el país serán levantadas. Es decir que, a partir del 21 de marzo, por decir un ejemplo, el uso de las mascarillas y la presentación de la tarjeta de las vacunas no seráncompulsorias en los lugares públicos de Escocia. Esta decisión vino acompañada de la visión hacia una vida normal para los escoceses, tratando al virus como lo que es la influenza en Puerto Rico, para crear consciencia sobre mantener una buena salud pública. Aún así, como quiera se fomentará el aislamiento si algún escocés da positivo al virus.
Básicamente, la salud pública ahora dependerá del pueblo y no del gobierno. En lo personal, entiendo que así debe ser, pero es una espada de dos filos. ¿O no? Supongamos que suben los casos de Covid-19 luego de que el gobierno elimine las restricciones legales. ¿Se lavarán las manos a lo Pilatos o se doblarán las mangas para ayudar al pueblo? Analicemos si nos convienen estas directrices.