Sobredosis de colonia

Historia

Como artista plástico, detesto entrar en controversias sobre la colonia. Ahora mismo, podría estar creando un catálogo de obras, pero como habitante de este país, no soy ajeno a lo que en él sucede. El tema de la colonia se ha convertido en una película al estilo de Halloween con todas sus secuelas. A falta de ideas para solucionar el problema (ya yo aporté dos ideas: Independencia con Inteligencia y Patria Ahora, a las que nadie les hace caso porque requieren trabajo y es más fácil criticar con un bolígrafo, que doblar el lomo y aportar a construir la Independencia con Inteligencia) leo cómo se siguen haciendo más secuelas de la colonia en cada columna que nuestros ilustres escritores publican en los periódicos.

 

Hace varias semanas escribí una reflexión en Facebook titulada Sobredosis de colonia o sobredosis de echarle la culpa de todo a la colonia haciendo referencia a las columnas de Benjamín Torres Gotay y Eduardo Lalo. Fue un duelo en el que el pájaro (yo, Eddie) le tiro a las escopetas (Benjamín y Eduardo). Es obvio que ellos no leen mi columna porque siguen con la filmación de sus secuelas de Halloween, corrijo de la colonia. Como decía el primer politólogo de Puerto Rico Juan Manuel García Passalacqua: "cuando una persona se dirije a uno y empieza, con la frase exculpatoria, con el respeto que usted se merece, asegurada está la falta de respeto". En mi caso no es cierto, cuando me refiero al distinguido escritor Eduardo Lalo, y le digo con el respeto que usted se merece, lo hago porque lo respeto y admiro, aunque difiero de su escrito. Cuando él afirma, en su columna "Esto se imanta a mi cuerpo” publicada en un rotativo del país, que Elizabeth Torres: “no es una aberración, sino un tristemente común y corriente resultado del bipartidismo colonialista: cuerpos imantados que atraen a sí mismos el oportunismo, la demagogia y la ignorancia” no sé si entendí bien lo que el profesor Lalo planteaba. Al finalizar la lectura, recibí una descarga eléctrica tan grande, que todos los cubiertos que estaban en la cocina de mi casa se me incrustaron en el cuerpo. Ahora ¿la maldita colonia es la causante de que los tenedores se imanten al cuerpo de Elizabeth Torres? Acaso la mentalidad del colonizado deforma tanto que nos salen estas aberraciones que desafían toda lógica. Debo asumir que todos los populares y estadistas felices con la colonia, "Happy Colonials” son imantadores de clóset. De modo que, por años, han guardado ese horrible secreto de que, por ser colonizados, los tenedores se pegan a sus cuerpos.

 

De veras que no sé qué pensar de los que le quieren echar la culpa de todo lo malo a la colonia. Empiezo a creer que precisamente esos, son los más colonizados, como muchos que militan en el PIP y no tienen una puta idea (NPI) de cuál es el camino hacia la Independencia con Inteligencia. Para todos aquellos colonizados que salieron del clóset de los imantados, y desean despojarse de ese mal que los delata como colonizados, para tratar de pasar por independentistas arropándose con la bandera, y así evitar que los tenedores se les imanten, propongo unos capítulos a lo largo y ancho de Puerto Rico de Imantadores Anónimos. Tengo entendido que los dueños de restaurantes están exigiendo que todo comensal porte una tarjeta como la del Covid-19, que certifique que la persona no es colonizada, y por ende no va a tener problemas con los cubiertos. Sugiero que al menos se tenga un área en los restaurantes donde se usen cubiertos desechables, no de madera, porque corre otro rumor o leyenda urbana, de que la colonia produce que aquellos que los utilicen pueden encenderse en llamas como Johnny Storm de Los cuatro fantásticos.

 

No puedo esperar por la siguiente columna de Eduardo Lalo para ver de qué más es culpable la maldita colonia. Independencia con Inteligencia ese es el mantra.