Los hijos de la resiliencia

Caribe Imaginado
Tengo en mi mente el futuro de la educación universitaria a corto plazo y un consejo para los padres de los jóvenes que van a entrar a las universidades tanto públicas como privadas en este mes de agosto de 2022, sobre todo porque sufrimos, poco antes de la pandemia, los estragos del demoledor huracán María y lo que perdimos en conocimiento lo ganamos en humanidad.
Madre o padre que me lees, si tus hijos son graduandos, deben aprovechar estos meses para fortalecer sus destrezas de lenguas y matemáticas. Deben de estar y apoyarlos para que cumplan su sueño, sobre todo en las materias que formarán gran parte del currículo de los futuros profesionales, que son el razonamiento lingüístico y el razonamiento matemático, principalmente. El primero es importantísimo, porque no basta con saber hablar dos lenguas, si no se domina la expresión formal escrita de las mismas también. Es muy bien sabido que a la hora de seleccionar nuevos profesionales, la industria prefiere a los que puedan expresarse con fluidez y asertividad tanto en la oralidad como en la escritura demostrando destrezas de pensamiento crítico y empatía. El segundo, el razonamiento matemático, es indispensable para el desarrollo de mentes estructuradas hacia la ejecución de tareas y solución de las situaciones del día a día en el mundo profesional. El junte de ambos razonamientos resultará en un profesional exitoso en cualquier campo capaz de ejercer su creatividad cuando se necesite. Las universidades ya están o deberán estar preparando a su facultad para recibir con esperanza a estos jóvenes para atender sus necesidades dados los acontecimientos que interrumpieron o transformaron su aprendizaje. Los profesores haremos uso de todos los recursos que tengamos al alcance para poner nuestro granito de arena en la formación profesional de los hijos de la resiliencia.