Miguel Ángel Zayas [entrevistado] en el Congreso internacional de Escritores

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Como joven asida a la ilusión de ser buena escritora y publicar mi(s) propio(s) libro(o) alguna vez en esta vida, estar entre autores y autoras reconocidas en el primer Congreso Internacional de Escritores me resulta fascinante, aunque hay algo de miedo por ahí también. Se me encomendó entrevistar alguno de ellos, así que desde que llegué al Centro de Bellas Artes de Caguas, he estado meditando en quién escoger como víctima. Junto a mí está la mesa del Pen Club de Puerto Rico, donde se han acercado varios autores y autoras a vender sus libros. Entre ellos, vi llegar a quien he escogido para escribirles hoy. 

Tuve la oportunidad de conocer a Miguel Ángel Zayas, escritor, editor y psicólogo puertorriqueño, primero en recibir el premio de Mejor libro de Poesía en más de un idioma por su libro Amores inéditos. Otra de sus obras incluyen Escribiendo y sanando, Entre rosas y vinos (fue el primero que publicó en el 1999) y Los cuentos de Pimpo, que es su otra obra reconocida como el mejor ficción popular en español y creó incorporando un cuento que había sometido a un certamen donde ganó el primer lugar, luego de 14 años sin escribir. 

En nuestra conversación, Miguel dejó bien claro que no es cubano, como personas suelen confundir. Es oriundo de Santa Isabel, Puerto Rico. Fundó la casa editorial que lleva su apellido, Editorial Zayas, y ha publicado aproximadamente a sobre 20 autores y autoras. En uno de sus proyectos, recopiló poemas de autores internacionales que accedieron a su invitación y publicó una antología de poemas se llama Versos náuticos. Su próximo proyecto lleva como nombre Mínimos y son micropoemas que surgieron en medio de la pandemia, luego de una batalla con cáncer y maltrato en su último matrimonio.

Su carrera como escritor comenzó con poemas y textos sometidos a certámenes en la universidad donde estudió. Ahora, la escritura le sedujo por medio de la lectura. Me aconsejó que, si quiero ser buena escritora, debo leer. Si usted, al igual que yo, quiere contar algo por medio de un juego con palabras y signos, debe leer. ¡Anímese a leer! Sabrá Dios si logra ser como el reconocido autor.