El arresto de Wanda Vázquez y la corrupción en las campañas electorales y el Gobierno

Comunicados de prensa
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El arresto perpetrado por el FBI de la ex gobernadora Wanda Vázquez y las acusaciones de corrupción hechas en su contra, son reveladores de los niveles escandalosos a los que ha podido llegar la corrupción política en Puerto Rico.

Esta situación merece el rechazo más firme y contundente de nuestra población.

Las acusaciones contra Wanda Vázquez constituyen la muestra más  reciente de los numerosos casos de corrupción gubernamental y partidista que se han hecho públicos durante los pasados años.

No se trata de casos aislados, sino de un comportamiento convertido en la práctica normal y consentida de muchos de aquellos y aquellas en quienes nuestro Pueblo ha depositado su confianza.

Esos delincuentes, devenidos en candidatos y funcionarios gubernamentales, han descubierto que en las actuales circunstancias, corromperse es un buen negocio, altamente lucrativo y siempre bajo la impunidad del cargo partidista o gubernamental que se ostenta.

La manera como están diseñadas las campañas electorales en Puerto Rico, influenciadas a su vez por las leyes estadounidenses, conciben esos procesos de manera mercantil. Lo importante no son las ideas o las propuestas, sino la imagen; salir electo a como de lugar, aunque sea de manera inescrupulosa. Entonces aparecen en escena las agencias de publicidad, que lo mismo promocionan una cerveza que un candidato o candidata. Para eso hace falta dinero, mucho dinero.

Es ahí cuando aparece el inversionista político, que compra candidatos y candidatas a su antojo a cambio de privilegios, como parece haber sido el caso de Wanda Vázquez y como ha sido el caso de numerosos alcaldes procesados en fecha reciente.

No basta, entonces, con denunciar o encarcelar a los corruptos y corruptas que campean por sus respetos. El problema no son solo los corruptos, es la corrupción generalizada.

Tiene que haber una transformación profunda de las leyes y procedimientos electorales. Tiene que cesar el inversionismo político. En los procesos electorales, las mejores personas deben ser electas por sus méritos, por sus ideas y propuestas, no por la proyección mediática, frívola y farandulera, que se logra demasiadas veces con dinero mal habido.

 

Ángel Rodríguez León

Julio A. Muriente Pérez

 

Copresidentes MINH