Logros para la comunidad LGTB+ en el 2022

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[Nota del Autor: Recuerdo cuando en el mes de mayo del 2022 la excelente organización Waves Ahead de Puerto Rico le dedicó a Pablo Navarro Hernández su espacio en Héroes y Heroínas: “En memoria al Reverendo Pablo Navarro Hernández, dedicamos su espacio en este mes de mayo a Héroes y Heroínas. Reconocido activista de la comunidad LGBT+ sobre todo en los escenarios de la fe cristiana. Profesor universitario y conferenciante de los temas de la espiritualidad y las necesidades y realidades de las personas de edad avanzada. ¡Su labor fue imprescindible en nuestra comunidad y le damos gracias eternas!”]. 

Hoy quiero compartirles la segunda parte de un trabajo que Pablo y yo escribimos a dos manos… 

Mi estadía en Chicago fué decisiva en mi vida. Tenía tiempo de leer y una extraordinaria biblioteca a mi alcance. Estuve hospedado en casa de mi primo hermano, el Dr. José David Rodríguez Hernández, y viajábamos una hora por la orilla del Lago Michigan para llegar al Seminario. Esa hora fue una clase de teología en cuatro ruedas. Yo preguntaba y él con la paciencia que le caracteriza, me contestaba.

Además pasó algo muy importante, conocí a la Metropolitan Community Church, en castellano La Iglesia Comunitaria Metropolitana. Como llegué a ella es toda una historia. Resulta que tengo en clase a una estudiante lesbiana que también tomaba un curso en la Escuela de Teología de la Universidad de Chicago. Un renombrado teólogo de raíces jesuitas, de apellido Goss, estaría ofreciendo una conferencia sobre la teología gay. Yo me presenté a la conferencia que comenzó con una pregunta. "¿Pueden imaginarse a Jesús con una enorme erección? Si no usted no entiende la encarnación." Las palabras que usó fueron mucho más crudas, pero lo hizo con toda la intención de agitar nuestro entendimiento. Yo soy un malhablao y lo que dijo me encantó. Fue un momento de "ajá”! Se comenzó a resolver la brecha entre lo sagrado y lo sexual.

En esa actividad conocí al pastor de una de las congregaciones de MCC. Fui con Goss y el pastor al servicio de domingo en la mañana. Enseguida me di cuenta que habían otros estilos de adoración que lo que en ese momento llamaban Iglesias Gay. Aunque me crié en la Iglesia Bautista, me sentía mejor asistido a un servicio luterano, y eso fué lo que vi en Oak Park MCC. Después del servicio fuimos a almorzar y recuerdo como hoy cuando el pastor me dice en la voz esterotípica de una reina queer, "Pablo weee caaan nottt haaave en MCC in Saaaan Juaaaan". Si en realidad teníamos que establecer una congregación ICM en San Juan, y me tocaba a mí ser pastor. Esto conllevaba el contactar a las oficinas de la denominación y de irme a estudiar. El comenzar a formar una comunidad de fe, para que en algún momento pueda surgir una congregación, que evidentemente se convierta en una iglesia, es un proceso arduo. Típico de mi forma de ser, invité a un grupo de amigos a mi casa y en un Viernes Santo celebramos el primer servicio. Y la verdad es que no sabía que hacer, aunque de niño la Iglesia Bautista de Roosevelt se formó en mi casa y mi padre fue el primer pastor de una congregación bautista de habla hispana en el estado de Georgia. Pero en realidad no tenía experiencia ni guía de la Denominación. Pero si sabía de alguien que me podía ayudar...el Padre Olmo, un cura católico que había sido acusado de herejía por haber bendecido la unión de dos mujeres. Ya yo sabía del Padre Olmo por su trabajo como el grupo Re-encuentro.

Ese grupo llega a ser el primer grupo de afirmación LGBTT, que se reunía para introducir en Puerto Rico los recientes trabajos de McNeil y Boswell, dos estudios del tema de la homosexualidad y la Biblia. Me presenté a su oficina y le pedí que nos ayudara. Se puso muy alegre, sacó su Libro de Oraciones Comunes y me dijo que el próximo domingo en la noche estaba en casa para dar misa. Así nació Cristo Sanador. El primer obstáculo fue decirle a Alma y Charito que me iba para comenzar una nueva iglesia. Me dieron su bendición, pero como es de esperarse no estaban nada de contentas.

La próxima semana en culto Alma dijo que el que se quisiera irse a la iglesia de Pablo, que se levantara en ese momento y se fuera. Claro, nadie lo hizo. Me tomó una llamada para respetuosamente solicitarle que se refiriera a nuestra comunidad como Cristo Sanador ICM, pues la iglesia era de Cristo y mía. Por supuesto puedo entender su sentimiento, después de todo lo que ellas habían construido era algo muy bueno para la comunidad LGBTT que disfrutaban de un culto avivado y de la teología de la prosperidad. ICM Cristo Sanador era otra opción para quienes venían de otra corriente. Desafortunadamente nunca se sanó esa brecha.

Pero en realidad Las Otras Ovejas del Rebaño desapareció cuando Charito decide salir de Puerto Rico para irse a estudiar teología en Estados Unidos . Decir que se puede hacer una nueva iglesia y hacerlo, son cosas muy distintas. Fiel a como muchas veces hacemos esto, en realidad lo hacemos en un salto de fe, sin pocos recursos, con poco apoyo y sin saber qué hacer. Para mí el reto mayor de esta etapa fue el modelo de adoración y gobernanza, dado el hecho que las personas que asistirían procedían de la gama de Iglesias: católicos romanos, testigos de jehová, bautistas, discípulos de Cristo, pentecostales de todo tipo, metodistas, en fin la gama. Sus visiones sobre el manejo de dirección, el tipo de música, la toma de decisiones eran muy distintas. Por lo tanto, si complacias a un sector, ofendías a otro. Yo decidí crear una junta, nombrar a unos diáconos y hacer los servicios como si fuera una mezcla de iglesia Luterana moderna y Metodista.

Eso permitía hacer referentes a la Centralidad de la celebración la Santa Comunión. En torno a las lecturas, hacer la lectura del Salmo pero escoger entre los dos textos de la Escritura Hebrea. En mi primer visita a una congregación ICM vi una forma única de celebrar la eucaristía. Primero, la consagración la hacía tanto una persona ordenada como alguien del laicado. Además, el rito tomaba una variedad de formas, aunque siempre se usaba el pan y el vino. Pero lo que lo hacía único era el hecho que después de dar los elementos se oraba por la persona. Frecuentemente, se le daba tanto a parejas como a un grupo de amigos o familiares. Después me enteré que era una forma de bendecir parejas en un tiempo que no existía protección legal para parejas del mismo sexo. A eso les llegó a llamar "Comunión MCC".

Lo de la teología fue mucho más fácil. En el tiempo que pasé en Las Otras Ovejas y en mi estadía en Chicago tuve el tiempo para leer mucha de la literatura teológica queer. (La eventual llegada de Margarita Sánchez como co-pastora adelantó aún más este enfoque). Hacíamos uso de lectura contemporánea en sustitución de lecturas bíblicas. Esto todavía se comenta ya que para algunos de los asistentes era un tipo de herejía, pero entendíamos que Dios seguía hablando a profetas y profetisas, pues no estaba muerto. La himnología fue mucho más complicada. No siempre había alguien que tocara el teclado para acompañar los himnos tradicionales. Eventualmente encontré un himnario que venía acompañado por una CD con acompañamiento. Pronto se formó un grupo de adoración, lo que parece ser característico de ministerio de puertas abiertas, el término que en ocasiones llegó a ser utilizado para denominar las Iglesias con ministros en la comunidad LGBTTQ. Recibimos ayuda de la iglesia Episcopal y Evangélica Unida para impartir programa pues esto fue antes de Power Point.