Islandia es una isla muy diferente a Puerto Rico, en todo sentido, excepto por ambas ser islas. Islandia se encuentra localizada cerca de Groenlandia y es abrazada por el océano Atlántico y el mar de Groenlandia. Su geografía es cruda y volcánica. Reikiavik es su capital. La isla está sentada sobre volcanes y placas teutónicas.
En esta ocasión decidí intentar vivir la experiencia de presenciar el baile celestial de las auroras boreales. Y digo intentar porque cuando uno se acerca a la experiencia de compartir con la naturaleza, es la naturaleza quien sienta la pauta del ritmo de la vida. Realmente, deberíamos realizar que, en y a pesar de todos los esfuerzos que la raza humana hace para dominar la madre naturaleza, es ella quien sigue comandando la tierra.
En Islandia el clima es frio durante todo el año. La temperatura en el verano puede fluctuar entre los 65 a los 40 grados Fahrenheit. El resto del año es más frio. En esta isla hay más de cien temblores diarios de una magnitud promedio de 2 en la escala de Ritcher, nos dijo la guía, no como un hecho no alarmante sino como algo normal de su diario vivir. Es interesante que los isleños han aprovechado la energía volcánica y las aguas termales que corren debajo de toda la isla para la producción de energía geotérmica que mueve la isla.
Una de las actividades más buscadas por los turistas en Islandia es presenciar el espectáculo de las auroras boreales. Estas se forman cuando las partículas que emite el sol chocan con el campo magnético de la Tierra y la colisión de los átomos de oxígeno y nitrógeno producen destellos de luz.
A parte de la geografía en su belleza natural cruda, me sorprendí con el alto costo de la vida en la isla. Todo o casi todo tiene que ser importado. Sin embargo, tienen una industria fuerte de pesca, crianza de cordero, ovejas y caballos. El alto costo en todo me hizo realizar y preocuparme por la situación que vivimos actualmente en Puerto Rico, donde todo está encareciendo a pasos alarmantes. En Islandia los salarios más bajos fluctúan entre los $15 a $20 dólares la hora, y no les da para vivir. Estando allí hubo par de huelgas de empleados de mantenimiento.
Los islandeses tienen una conciencia fuerte sobre la preservación y conservación del ambiente y la naturaleza. Han aprendido a respetarla y conservarla. A su vez aprovechan su crudeza y han hecho de ella una industria para el turismo. En Puerto Rico, sin embargo, el gobierno propicia y auspicia la destrucción de la naturaleza. Eso es el pan de cada día en esta isla donde. Un ejemplo de esto es el Reglamento Conjunto que la Junta de Planes propone, para seguir con la privatización y venta del país, donde se verán afectados recursos naturales de un valor incalculable. Otra ocurrencia interesante de Islandia es que en el momento que hubo la mayor crisis económica, el gobierno nuevo se unió y enjuicio a la plana mayor y los banqueros y gobernantes que ocasionaron esa crisis.
Puerto Rico debe aprender de Islandia a vivir en armonía con su entorno y su naturaleza. Debe aprender a valorar a su gente y deberíamos tener la entereza de enjuiciar y apresar a todas las personas que nos abusan y actúan de formas corruptas. Para esto se necesita valor y entereza. ¿La tendremos?
