Hoy domingo 9 de abril se cumplen setenta y cinco años del asesinato del prominente dirigente político de Colombia, Jorge Eliezer Gaitán. Su muerte violenta desencadenó el caos y provocó la muerte a miles de personas y el desasosiego generalizado durante muchos años en ese país suramericano, en lo que se conoció como el periodo de la Violencia.
La popularidad de Gaitán era tanta, que se aseguraba que sería electo como presidente de Colombia, en las elecciones que se celebrarían en 1950. Aunque Gaitán encabezaba el Partido Liberal –adversario histórico del partido Conservador— la influencia gaitanista iba mucho más allá de las fronteras partidistas y su discurso político e ideológico tenía profundas raíces populares.
Una consecuencia directa del asesinato de Gaitán y de la violencia que precedió a su muerte y se exacerbó después, fue el surgimiento de poderosas organizaciones guerrilleras, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN).
Resulta indispensable el estudio detenido de lo acontecido aquel nueve de abril de 1948 en Bogotá –el asesinato de Jorge Eliezer Gaitán— y sus antecedentes, para comprender la compleja realidad social, política y militar que ha vivido Colombia durante las pasadas ocho décadas. Los ingentes esfuerzos que realiza el gobierno de Gustavo Petro por alcanzar la paz, ocurren en un país que ha estado en guerra permanente, donde la violencia, muchas veces indiscriminada y con el propio Estado colombiano como responsable principal, ha terminado convirtiéndose en una terrible condición cotidiana.
Julio A. Muriente Pérez Copresidente Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) de Puerto Rico