Mi amigo Fernando Sosa escribe: "A mí la mayoría de los hombres gay en esta provincia me decepcionan. No sé cómo nos convertimos de repente de ser un grupo de avanzada, a un grupo de Ricky Martin wanna be's. Ese molde típico de los heterosexuales blancos conservadores; los mariditos (uno es peluquero y el otro decora interiores); los nenes mega white, la casa en urbanización con control de acceso; el grupito de amigos que parecen clones; los outfits super conservadores y mega clasistas comprados en Roma en San Patricio.
Sin embargo, cuando mi amigo Luis y yo salimos a lugares hetero, la dinámica es muy distinta, la gente nos celebra. A Luis, que siempre llega con sus túnicas largas y ultra stylish, siempre se le comenta de lo maravilloso que se ve. Y a mí me comentan sobre lo bellas que son las camisas que me mando a hacer en la India.
En los ámbitos gay, Luis recibe miradas no muy positivas y en ocasiones veo algunos mofarse de sus atuendos. Además de los comentarios gordofóbicos qué se escuchan abiertamente. Y si eres femenino también hay rechazo. Por lo general esto sucede en lugares donde frecuentan hombres mayores adultos gay.
Que irónico que los lugares alternativos hetero, de repente se han convertido en safe spaces para personas que no se ajustan a las expectativas. Aprovecho para agradecer a personas como Anna AB y Ozzie Forbes por ese espacio tan maravilloso qué han creado en el Cuadrado Gris. Al igual que al equipo de Contrafuertes, al de La Goyco, y todos los demás espacios fabulosos que se dedican a ofrecer espacios seguros para mentes abiertas y cuyos espacios son ejemplo de crear caminos alternativos.
Añoro los tiempos en que nuestros hombres gay también servían de guía para los que buscaban romper expectativas y valientemente salían a la calle sin prejuicios unos contra los otros.
Aquí mi amigo Luis Valldejuli con una de mis carteras".