Gallo Mojado

Caribe Imaginado

Siempre que me llega ese olor a pluma de gallo mojado;
avanzo por las callejuelas de Arecibo
y me acerco a mi tío gallero, a mi primo construido de madera y espuelas.
Por ahí se acomoda Raco, mi padre, el hijo del suicida,
el militar de ojos celestes.
Recapacito junto a los transeúntes
y vuelvo a ser el pobre diablo de mi barrio.