No es el deber de las personas LGBTQ salir del armario ycambiar el mundo. NO. La importancia de educar a lasmasas sobre el bien y el mal es responsabilidad de TODOS.
¿Alguna vez te han asignado una responsabilidad que esobjetivamente mayor de lo que eres capaz de asumir?Una responsabilidad que usted no pidió, ni necesariamente quiere, pero una para la cual la gente cree que usted es el candidato más adecuado, por lo que efectivamente será nominado en nombre de todos. Si, eso.
Eso es lo que se siente cuando, como persona queer, lagente hetero espera que rectifiques el estado de la sociedad educando la homofobia para eliminarla. Así es también como se siente una persona de color que se espera que cambie el rumbo del racismo. O como una mujer que esperaba gritar y llorar lo suficiente como para reducir las tasas de feminicidio . Y un largo etcétera, sin duda.
Es una tarea abrumadora para una minoría enfrentarse a las masas. Cualquiera de quien alguna vez se haya esperado que corrija los errores de su familia o comunidad sabe lo que se siente eso. Es una carga pesada.
Y es una batalla en la que hay que ser muy considerado alinscribirse porque la vida en primera línea no es nada fácil. Y esa es una distinción importante que hacer. Si bien no creo que debas ceder ante la primera señal de trabajo duro, es importante ser realista sobre el resultado potencial de tus decisiones.
Por supuesto, hay casos que salen de la nada y te tomangratamente por sorpresa, como cuando le dije a mi papáque era gay. Pero esos casos son muchos menos y másespaciados de lo que sería ideal. “No todas las personas LGBT quieren estar aquí, queer y activista del año.
Algunos simplemente quieren vivir sus vidas en paz, sin ser portavoces de una comunidad que los opositores suelen tratar con violencia y burla. Es aquí donde creo que la alianza debe intervenir y hacerlo vocalmente.
La probabilidad de influir en la intolerancia para sacarla dela sociedad aumenta exponencialmente cuando no proviene de algo que los intolerantes desprecian activamente.
Por lamentable que sea, hay mayores posibilidades de que el mensaje sea escuchado e internalizado si proviene de personas externas que se benefician directamente de la causa. La promoción es convincente y los aliados tienen influencia.
Lo último que el homófobo promedio quiere hacer esentablar un tête-à-tête con una persona queer sobre lo que está bien y lo que está mal. Sin embargo, un aliado tiene luchas más posibilidades. Según esta encuesta de Gallup , sólo el 7,1% de los adultos estadounidenses se identifican como LGBTQ. Los aliados, me imagino, son muchos más.
Por más apreciados que sean los prendedores, banderas y pegatinas de parachoques de arcoíris, denunciar losprejuicios es donde reside el mayor impacto. La defensa de quienes apoyan a la comunidad LGBTQ es la fuerza más poderosa detrás de los cambios que todos deseamos ver en el futuro.
Por supuesto, no animo a nadie a ponerse en peligro e insto a todos a actuar con precaución; sin embargo, si alguna vez existe la oportunidad de hacer escuchar su voz como partidario, creo que se debe aprovechar.
Es menos probable que te ataquen como un aliado quedefiende a una persona queer que como una persona queer que se defiende a sí misma. Sé que usar tu identidad para hacer una declaración política es un tema candente hoy en día, especialmente teniendo en cuenta la exposición que tenemos a nuestra disposición.
Pero si bien creo que es importante alentar a quienes están dispuestos, es igualmente importante no avergonzar a quienes no lo están.
No adelantar su sexualidad por cualquier motivo es unaprerrogativa de una persona. No es necesariamente unindicador de cobardía o vergüenza. Y, sinceramente,incluso si lo fuera, ¿a quién le importa? No hay nada maloen tener miedo. Hay muchas cosas en la vida que a mítambién me aterrorizan.
Una cosa que no puedo enfatizar lo suficiente es laimportancia de la colaboración: de unirse y utilizar eltrabajo en equipo para fortalecer las alianzas. Aliados y gente queer. People of Color (POC) (del color que sea) y gente blanca. Hombres y mujeres.
Luchando juntos, ya sea que todos sean visibles o no, escomo realmente podemos marcar la diferencia.¡Bienvenidos a mi Lucha: yo asumo mi responsabilidad y marco la diferencia!