Editorial Conflictos primero, luego la paz en el 2024

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) En un día de celebración para los judeocristianos, no podemos pasar por alto el nivel de conflictividad que hoy impera entre el pueblo palestino y el pueblo hebreo. 20 mil palestinos han sido asesinados por las fuerzas militares de Israel. 1200 judíos fueron asesinados por las fuerzas de Hamas.  Ninguna vida cuenta en la muerte, que no sea para el recuerdo.  Las vidas palestinas y judías sólo cuentan en la vida.  El conflicto es entonces necesario e inevitable, para alcanzar la paz.  Invitemos a ambos pueblos a la coexistencia pacífica sin más muertes, y en el respeto a las dos naciones y la urgencia de dos estados.

Pero si comprendemos el mensaje, nos damos cuenta que en Puerto Rico, no podemos invitar a la paz y la esperanza en el año 2024, sin reconocer la importancia de que la conflictividad está en su momento más álgido.  La lucha de clases, entre un pueblo empobrecido y viviendo de fondos federales y de tarjetas de crédito explotadas no es un pueblo con futuro. Mientras los amigos del gobernador de turno, incluyendo sus primos, se enriquecen a partir de nuestro sudor.  La conflictividad no va a cesar en Puerto Rico, pero esperamos que al final de esta, haya paz.

Por lo que, en este final de temporada del año 2023, invitamos a todas y todos a reflexionar que la conflictividad no es en si negativa. Lo negativo es no alcanzar un entendido, luchado o negociado, de que podemos convivir en la pluralidad a partir del respeto a la diferencia. El conflicto es, por ende, necesario, y urgente, para alcanzar la paz.  Pero la paz, simplemente refleja el entendido de que podemos convivir a partir de la diferencia.

Sea pues el año 2024 (la suma al 8, es decir el encuentro que nos entrecruza todo el tiempo de forma numérica), lo que nos permita vivir en conflicto de forma inicial y luego en la paz.   Hoy en el día del nacimiento, para los judeocristianos, pensemos en que la paz es alcanzable, luego del conflicto el cual es inevitable y necesario

El Post Antillano