Para entender el radicalismo hoy [de derechas o de izquierdas... y en el independentismo]

Política
(San Juan, 12:00 p.m.) Nadie tiene duda de que la lucha por la independencia nacional tiene tres momentos en la historia de los pasados 125 años, por parte del pueblo puertorriqueño contra la invasión e intervención americana en la isla. 

Estos son 1930 a 1950, cuando el radicalismo del Partido Nacionalista Puertorriqueño liderado por Pedro Albizu Campos, llevó la palabra a la acción militar, forzando respuestas altamente represivas por parte del gobierno de los EE.UU. El segundo período, fue el radicalismo del Partido Socialista Puertorriqueño, durante la decada de 1970, donde este forzó a procesos impresionantes, frente al gobierno de los EE.UU., tanto en la isla como a nivel internacional.  El tercer período, lo fue durante la decada de 1980, cuando el Ejercito Popular Boricua - Los Macheteros, desarrollaron un accionar socio-militar contra objetivos militares del gobierno de los EE.UU. en la isla.
Estos tres períodos, marcaron nuestro entendido histórico de lo que es el radicalismo. Pero hoy, en el Siglo XXI, el radicalismo se ha vuelto a conceptualizar a partir del accionar no de las izquierdas o fuerzas independentistas, sino por la llamada ultra derecha.  Mucho a partir de la injerencia de Donald Trump en la política de los EE.UU., con una gran influencia a nivel global.  Ante este cuadro, las narrativas ejerecidas por Trump, desde el recorte de pelo hasta su locura irracional, se replican por doquier, en particular en America Latina, como en algunos países europeos y asiáticos.
Dicho lo anterior, Puerto Rico no replica el radicalismo en la izquierda o el independentismo, según lo conocimos en el Siglo XX, y nadie asume las prácticas discursivas y narrativas hoy, que han iniciado las derechas internacionales.  Con este cuadro, Puerto Rico, el territorio colonial, ve por la prensa y sistemas mediátivos, un mundo en convulsión, mientras en la isla todo es orden, es decir, orden colonial complaciente.
La pregunta es porque hoy, ante un proceso electoral en noviembre del 2024, las narrativas políticas de derecha, izquierda y el independentismo, se proyectan de forma conservadora y no radical.  Que cada cual interprete, pero de nuestra parte, nos parece que el territorio colonial tiene un orden preestablecido que reproduce hoy formas muy conservadores-coloniales-territoriales de conducirnos en la política diaria. Pensemos.