(San Juan, 1:00 p.m.) La lucha social que genera la contienda electoral en Puerto Rico ya está en movimiento. El Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD) han iniciado una campaña abierta y manifiesta, contra la Alianza de País que gestan el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). Ambos partidos buscan de una forma u otra, descarrillar la alianza en aras de consolidar su poder político histórico. Lo interesante, como hemos apuntado en artículos anteriores, es el dato que los partidos históricos, han creado la narrativa que la alianza es ilegal, y que el recibo de fondos públicos para costear su campaña electoral, es más ilegal aún. Esto ha llevado a que el exsenador y comisionado electoral del PPD, Eudaldo Báez Galib, radicara una querella ante la Comision Estatal de Elecciones, contra las candidaturas de agua, como se le llama popularmente hablando, a los candidatos que aun estando en papeleta, no tienen intención de correr por el MVC y el PIP. Esta querella podría terminar en los tribunales, pero es el primer paso para descarrilar la Alianza de País. Es momento de radicalizar el accionar de la Alianza de País y a los partidos Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista Puertorriqueño. De lo contrario, uno podría pensar, que el mundo de acciones jurídicas, habrá de neutralizar la buena intención de la Alianza de País. Pensemos.
