The Beekeeper o la impunidad como una respuesta para hacer el bien [¿en serio?]

Cine caribe
Uno va a ver esta película, porque es de acción.  También porque el actor principal, hasta el día de hoy, salvo en una película, nunca ha muerto.  Algo bueno debe tener, que siempre derrota a todos.  Sencillez.  Eso es lo que tiene, mucha sencillez en sus guiones que interpreta. Pese a todo, uno lo va a ver.
The Beekeeper (Dir. David Ayer, EE.UU. 2023) trata de una nueva trama en la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en ingles), donde han entrenado a personas a mater despiadadamente. Algo así como el ejercito de Israel, que sigue matando personas en Palestina, a nombre de su derecho a la legítima defensa.  Para su sorpresa, África del Sur, que le llama a esta acción del ejército israelí, genocidio.
Pues bien, Adam Clac (Jason Statham) es un operario de la CIA retirado.  El busca hacer el bien, y se dedica literalmente hablando a cultivar abejas, polen y miel.  Su casera de la finca, lo cuida, pero ella se suicidó a raíz de un esquema ilegal y de fraude telefónico.  Una historia super trillada, que da paso a la quinta guerra mundial, por la cual, Clay/Statham asesina a casi todo el mundo, llegando cerca de matar a la presidenta de los EE.UU.  No lo hace, pero le mata al hijo, Derek Danforth (Josh Hutcherson), quien es el que organizó todo para defraudar a los adultos mayores.
En fin, que se trata de otra película mas donde Jason Statham asesina a todos los malos. El lo define en hacer justica. Esa parte, es aterradora.  Aunque es más aterrador cuando todos en la película, es decir las fuerzas de seguridad del estado, lo afirman: para hacer justicia hay que violar la ley.
La película tiene diálogo con los casos criminales y civiles contra Donald Trump.  También con el caso contra el inversionista Sam Bankman-Fried y su emporio venido a un final de FTX, compañía de inversiones en crypto monedas.  Pero más que nada, la película hace un dialogo con The Wolf of Wall Street (Dir. Martin Scorsese, EE.UU., 2013). 
La película uno la va a ver solo por Jason Statham y su capacidad de pelear con rapidez.  Pero si usted es pacifista o no cree en la violencia, la película lo puede aburrir. 
A su discreción.