Bob Marley- One Love – o el eterno retorno a ese inmenso caribe

Cine caribe

No es posible resistir a ver una película sobre uno de los íconos musicales más importantes del Caribe. En particular, una persona que en mis años de estudiante en el Reino Unido, me influenció profundamente.  La historia de este cantautor/hombre de fe caribeño, es un punto para seguir en la historia caribeña contemporánea.

Bob Marley: one love (Dir. Reinaldo Marcus Green, EE.UU., 2024) versa sobre una película muy bien pensada de la historia de ese insigne hombre de Jamaica. La historia nos cuenta un capítulo particular, cuando en el terrible año de 1978, Bob Marley decide apoyar el bienestar de Jamaica en medio de unas convulsas elecciones democráticas.

Ante esto Bob Marley (Kingsley Ben-Adir) decide irse del país, y se relocaliza en Inglaterra. allí asistido por su banda, y por un manejador que lo escuchaba, se lanza al estrellado como lo que fue: una figura que cambió el paradigma mundial de la música.  Pero en el proceso, uno tiene que vivir la relación con su esposa Rita Marley (Lashana Lynch), con sus hijos a la distancia, y con todos sus malabares para vivir y hacer vivir bien a la gente.

Entre el convulso Caribe, y un Reino Unido carente de bondades, uno logra entender al personaje mítico de Marley. El “Yo en el yo”, de la cultura Rasta, nos permite entender lo que estamos viviendo, como un proyecto alterno de vida.  Esto nos permite representar la vida desde otra perspectiva que si acaso, nos hace más humanos.

Porque viví en Londres, y conocí la comunidad caribeña de Portobelo, allí en casa de mis queridos amigos André y Barbara Shervington, es que uno puede entender mejor el contexto de la diáspora y del manejo de caribeña continental.  Entre el lenguaje creole, la marihuana y sobre todo la música, uno logra capturar la esencia de este cantante.

Una gran película, que me emocionó a sobre manera. Sobre todo al pensar que en su ultimo concierto en Paris, en el 1980, Bob Marley invitó al Sonero Mayor, Ismael Rivera a abrir el concierto.  Esto, como dato, difícil de corroborar pues la prensa francesa lo omitió, debido al racismo y a la exclusión en ese momento de las poblaciones caribeñas. Pero es un dato, que entre las familias y otros sectores se ha podido constatar.

En fin, que hay que ver esta película, y llorar de alegría. Todo sea por el amor.