Crítica la situación en Haití [nos dice República Dominicana]

Justicia Social

(San Juan, 10:00 a.m.) Ante el llamado hecho a sus ciudadanos por los Estados Unidos y otros países a que abandonen Haití lo antes posible por la situación de inseguridad en medio de una escalada de violencia, cientos de extranjeros están saliendo de ese país antillano, utilizando la frontera dominicana.

Mientras, el gobierno prolongó por un mes el estado de emergencia en la capital, Puerto Príncipe, en plena ola de violencia criminal en el empobrecido país caribeño.

Medios locales reportaron que más de 100 ciudadanos estadounidenses han salido de ese territorio usando el paso fronterizo por Dajabón (región noroeste dominicana), lista a la que se suman chinos, coreanos y ciudadanos de otros países.

Varios extranjeros entrevistados por periodistas nacionales manifestaron que “ese lugar está envuelto en una ola de violencia a todos los niveles, donde las personas más vulnerables, entre ellos niños y mujeres, son los más afectados en esa población”.

El régimen haitiano extendió por un mes el estado de emergencia en un nuevo esfuerzo por frenar la crisis que sacude a esa nación donde las pandillas armadas tienen el control de las principales ciudades, sobre todo la capital, Puerto Príncipe.

La medida, publicada en el diario oficial, afecta a todo el departamento del Oeste e irá acompañada hasta el lunes de un toque de queda entre las 18H00 y las 05H00 locales.

El fin de semana pasado, las autoridades ya habían declarado un toque de queda nocturno en la capital, pero ambas medidas finalizaron el miércoles.

Varias bandas criminales armadas controlan extensas zonas del país, donde mantienen un pulso violento contra el gobierno del primer ministro Ariel Henry, cuya dimisión inmediata exigen.

El miércoles por la noche, esas pandillas incendiaron un nuevo cuartel de policía, demostrando una vez más que no piensan detener esta espiral de violencia.

El asalto ocurrió en Bas-Peu-de-Chose, atacado con frecuencia por los malhechores. Los agentes del puesto tuvieron tiempo de abandonar el edificio antes del ataque. También incendiaron un vehículo policial y varias motocicletas.

Con la inseguridad permanente, el sistema de salud haitiano está “cerca de colapsar”, alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado.

“Muchas instalaciones sanitarias están cerradas o han tenido que reducir drásticamente sus operaciones debido a una preocupante escasez de medicamentos y a la ausencia de personal médico”, indicó a la prensa internacional la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH)

Además de medicamentos, faltan equipos médicos, sangre y camas para tratar a los pacientes con heridas de bala, añade el organismo.

Un influyente líder pandillero, Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, advirtió el martes que si el primer ministro Ariel Henry no dimitía, el país se dirigirá hacia “una guerra civil que conducirá al genocidio”.

El mandatario, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021 a manos de un grupo de mercenarios colombianos, debía dimitir en febrero, pero selló un acuerdo con la oposición hasta que haya nuevas elecciones.

El primer ministro está en Puerto Rico desde el martes, tras un intento fallido de regresar a Haití y de intentar aterrizar en la República Dominicana, que le negó la entrada a su avión.

Henry había viajado a Kenia para acordar el despliegue de una misión policial multinacional respaldada por la ONU. Pero no pudo retornar a Puerto Príncipe por la inseguridad en torno al aeropuerto, atacado por las pandillas.

En un país sin presidente ni Parlamento activo y donde no se celebran elecciones desde 2016, la posición del Ejecutivo haitiano está en el aire, dicen los analistas internacionales.

Estados Unidos urgió el miércoles al dirigente a “acelerar la transición” hacia “elecciones libres y equitativas”, si bien aclaró que no estaba pidiendo la renuncia inmediata del primer ministro.

Con las oficinas de la administración pública y las escuelas cerradas, muchos residentes intentan huir de la violencia con sus pocas pertenencias bajo el brazo, mientras que otros se aventuran a salir sólo para comprar lo esencial.

En ese contexto, según reportes periodísticos, la asociación Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos en Haití (RNDDH) ha denunciado la inacción del gobierno haitiano ante los disturbios.

“Hoy, los hechos son claros: las autoridades gubernamentales han dimitido”, escribió en un informe fechado el miércoles.

“Las calles de la capital y de todo el departamento del Oeste están entregadas a bandidos armados. Y el pueblo haitiano ha sido abandonado a su suerte”, añade la asociación, que lamenta la ausencia de policías en las calles.

El Consejo de Seguridad de la ONU acordó en octubre el envío de una misión internacional de seguridad dirigida por Kenia, que prometió contribuir con 1.000 policías. Pero su despliegue se ha visto retrasado por el sistema judicial keniano y por una flagrante falta de financiación.