El melonismo y el voto útil: cambio de paradigma

Voces Emergentes

El momento que vivimos este año electoral me hizo recordar cuando fui con un amigo a ver la película Diarios de motocicleta, previo a las elecciones de 2004. Mientras veíamos los cortos me preguntó por quién iba a votar. Yo le dije que por el PIP, como siempre lo había hecho, y me respondió: “pues vas a botar tu voto”. No recuerdo las palabras exactas que salieron de mi boca, pero tuvieron un efecto arrollador. Tan es así que mi amigo, que se jactaba que en lugar de pañales a él le colocaban una bandera de la pava, se levantó y se fue del cine dejándome a pie. Ese año, como de costumbre, los melones se lucieron y llevaron a Aníbal Acevedo Vilá a la gobernación, aunque el PNP controló la legislatura. 

Entiendo que para mi amigo, igual que para muchos puertorriqueños, el móvil que dio lugar al fenómeno conocido como melonismo, era impedir a toda costa que ganara el Partido Nuevo Progresista y, por supuesto, el único partido que tenía alguna posibilidad de impedirlo era la pava. Era lo que llamaban el voto útil que funcionó por algún tiempo con el triunfo del candidato a la gobernación del Partido Popular y la perdida de la franquicia electoral del Partido Independentista Puertorriqueño.

Sin embargo, a la altura del 2024 la realidad es otra. El Partido Popular se ha convertido en una marioneta del PNP, la farsa del Estado Libre Asociado los ha dejado sin norte, ninguno de sus candidatos a gobernador tiene carisma y mucho menos posibilidades de ganar la gobernación. No se dejen engañar por la encuesta hecha a la medida por El Nuevo Día, con un margen de error de 8% y que se realizó en la misma fecha que la de Noticel, que contó con mayor número de encuestados, y que reflejó un cuadro electoral muy distinto.  

La encuesta de Noticel indica que la única colectividad que se puede enfrentar a la corrupción y al pillaje de los azules es la Alianza del Partido Independentista y Victoria Ciudadana. La Alianza representa la única posibilidad de ganarle al PNP. Ante este cuadro, cabe preguntar si los independentistas desafiliados, los mordidos, los egos con afán de protagonismo, los que aborrecen al PIP volverán a apoyar al moribundo Partido Popular o apoyaran al único proyecto de país que procura la justicia social, el fin de la corrupción, detener el desplazamiento y a los especuladores que nos quieren conducir a un Puerto Rico sin puertorriqueños. 

Mencioné a los independentistas, ese abanico fragmentado de melones, muchos de ellos con simpatías solapadas hacia el PPD o sencillamente anti-anexionistas primero que prefieren a un PPD colonialista en el poder por encima de sus gemelos azules. ¿Pero será posible que un Partido Popular blandengue, que se ha convertido en una marioneta de su otrora rival sea una alternativa? No puedo dejar de pensar en la pregunta de mi amigo y su relevancia en estas elecciones de 2024. Y es que los populares que verdaderamente deseen impedir el otro triunfo electoral del PNP ahora sólo tiene una opción para no botar su voto: Juan Dalmau y la Alianza. En noviembre de 2024 ese es el voto útil, el único capaz de detener el estercolero, la corrupción y el entreguismo a que nos han conducido los gobiernos de PNP y los inversionistas políticos que controlan dicha colectividad. Ese es el único camino de la esperanza.