(San Juan, 9:00 a.m.) Pienso, como el Critón de Platón, que hay que creer en la ley cuando nos conviene. Pero cuando no nos conviene, ¿debemos creer en la ley? La decisión del juez Anthony Cuevas, es un rudo golpe a las aspiraciones del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), a la alianza con el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y a los que creemos en la posibilidad de vivir en otro país. Pero la decisión del juez, en el ámbito jurídico, es la decisión. Ahora bien, ¿es lo jurídico el único frente de luche? No. La decisión del liderato de MVC a convocar a la protesta hoy, es la única solución posible para el presente encerramiento del cual son víctimas. La descalificación de cinco candidatos a puestos electivos, de los cuales tres son sus candidatos más reconocidos, posiblemente no se resuelva de forma legal. Si se resuelve, será producto de luchas sociales, y compromisos entre distintas facciones políticas en Puerto Rico. Ante esto, no solo coincidimos con la estrategia hoy planteada, sino también con la urgencia de provocar y ejercer presión sobre la Comisión Estatal de Elecciones (CEE). No todo está del todo claro, pero pese a la sentencia judicial, la presión social sobre la entidad gubernamental, podría dar los resultados posibles, solo si es escalada a una crisis de gobernanza. Es decir, lo que entra en crisis, para que ellos cedan, es la propia estructura de gobernanza colonial. El destino de MVC, no está limitado a lo que diga la CEE. Esta muy vinculado al orden colonial, el cual, desde siempre, Washington controla. Mientras estos no sientan la presión social, como disruptiva del orden colonial, nada habrán de hacer por garantizar que los candidatos de MVC participen en las elecciones. Pensemos.
