La espada de excalibur

Cultura
Para mi hermana peruana
Gloria Mendoza Borda, por la memoria
(San Juan, 1:00 p.m.)
 
Defiendo mi mano izquierda de mi mano derecha
Defiendo el silencio de mi voz entrometida
Defiendo mi Inocencia de tanta experiencia inmunda
Defiendo la mujer que decidí ser ante todos los hombres 
Defiendo la Paz ante todas las guerras
Defiendo la mirada de aquellas miradas que acuchillan
Defiendo el árbol, mi hermano mayor,
                     el pan, la manzana mordida, defiendo a Eva
Defiendo el mantra que me fue dado en secreto
Defiendo hasta morir la niñez de mis nuevos hijos
Defiendo mi Libertad, mi círculo cerrado
Defiendo mis pies ya torpes de los caminos empedrados 
Defiendo la tumba de mi madre, el mar donde lanzamos
                                                                                       sus cenizas
Defiendo mis memorias intactas en mis poemas
Defiendo a una niña rubia que corrió y corrió y corrió
       hasta llegar al mar y supo que no podía correr en el mar
       y vivió años de su vida con pánico,
       a esa niña defiendo de todos los engaños y del mal amor
Defiendo con la espada de Excalibur,
       a mi corazón, porque de él emana la vida 
Finalmente defiendo las hebras de mi pelo que caen
                            como semillas de islas por nacer