Continuamos ofrendando turistas a nuestros dioses [se ahogan dos más ayer, y no hay una política pública clara para evitar riegos fatales en las playas del país]

Política

(San Juan, 1:00 p.m.) En un año electoral, uno debe saber a quien criticar y a quien no. Sobre todo, porque todo se torna en un proceso campañista. Así es como Nino Correa, el director de la agencia a cargo de emergencias en Puerto Rico, NMEAD, pasa incólume ante un problema que ya le cuesta al país casi un centenar de victimas en un año. Ayer se ahogaron dos personas, dos turistas, lo cual suma a los sobre 30 ahogamientos anuales que se experimentan en Puerto Rico.

Es poco lo que hace el estado quien controla las playas nacionales, no tiene salvavidas, y peor aún la promoción que hace esta dirigida a los locales.  Los que se mueren casi todos son extranjeros. Nosotros vivimos ofrendados a los que llegan a nuestras tierras, desde Diego Salcedo en el 1511, hasta los dos turistas en el día de ayer que se ahogaron en las playas de Luquillo e Isabela.

Ante un país colonial incapaz de proteger a su población, y ante un estado metropolitano que no logra cuidad tampoco a los colonizados, la única opción lógica es romper por lo fino. Es decir, proclamar que siendo un país soberano e independiente, problemas tan sencillos como la prevención de ahogamientos, se pueden prevenir con educación   alguna capacidad técnica por parte dl estado.

Ante este cuadro, Nino Correa incumple con su deber ministerial, en la medida que el problema no se controla sino que continúa empeorando.  Las playas, ante un estado minimalista que no tiene salvavidas, entonces, lo que resta es proclamar la independencia nacional y organizar un estado eficiente al servicio de la población. Pensemos.