Lajas y los compontes

Crítica literaria
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Lajas se establece como municipio independiente en 1883; precisamente en un momento de crisis económica, acentuado por el monopolio de los comerciantes peninsulares sobre la economía local. Es en este periodo que surgen grupos de criollos liberales que se organizan para contrarrestar el predominio de los peninsulares. Entre las medidas que tomaron estaba el boicotear los negocios de comerciantes españoles y de quienes apoyaran al gobierno colonial; entre estas asociaciones estaban las que se conocieron como “La Boicotizadora”, “La Torre del Viejo” y “Los Secos”. Mientras esto ocurría, los partidarios del autonomismo puertorriqueño se fueron organizando y creando distintas agrupaciones que representaban el pensamiento liberal de la época. Lajas no fue la excepción, Lidio Cruz Monclova lo identifica como uno de los 49 municipios donde se lograron constituir organizaciones de este fin.

En marzo de 1887, se reúnen los liberales en la ciudad de Ponce en una asamblea donde se estableció el Partido Autonomista Puertorriqueño. Los representantes del área suroeste en la asamblea de autonomistas de Ponce fueron: el Dr. Félix Tió Malaret por Sabana Grande; Dr. Pedro Malaret y Ulises López por San Germán; y el Dr. Luis Aguerrevere por Cabo Rojo, este último, de origen venezolano, eventualmente fue nombrado médico de beneficencia en Lajas. Junto a la delegación sangermeña, se integró Francisco Feliú y Toro, cuya familia se había establecido en Lajas. Propiamente de Lajas, no hubo representante, aunque como ya vimos que sí se constituun grupo a favor. Jaime Frank Paganacci establece que una de las razones para que no hubiera representantes lajeños en Ponce era la falta de un pensamiento político maduro en el recién creado municipio.

Luego de la asamblea autonomista, los ánimos entre liberales y el poder colonial aumentaron. Romualdo Palacios, gobernador de la Isla desde el 23 de marzo de 1887, viendo posibles repercusiones negativas hacia la soberanía española en la colonia, orquesta una política de represión que inició en agosto de ese mismo año y que será conocida como los compontes. No es hasta octubre que se comienza a sentir en Lajas la represión que tuvieron a cargo el capitán Fernández de Castro y los tenientes José Sánchez Candal y Nemesio Ibern Cuesta.

El primer incidente que ocurre en Lajas fue el allanamiento de la residencia de Francisco Antongiorgi, sangermeño y ciudadano francés, por sus padres, quien tenía una finca en el barrio de Santa Rosa. Al momento de ocurrir la intervención, Antongiorgi se encontraba en San Germán; al conocer que las autoridades lo buscaban se presentó al cuartel de la guardia civil. Allí es detenido y encarcelado, dejado en libertad al día siguiente. Las posibles razones para que las autoridades intervinieran con Antongiorgi fueron dos circunstancias vistas como sospechosas por la guardia civil: (1) la gran cantidad de personas que lo visitaban en su residencia en Santa Rosa, y (2) el estigma que se tenía sobre extranjeros, especialmente franceses, a quienes se les ligaba con pensamientos políticos de corte liberal.

A Francisco Antongiorgi no se le encontró causa que lo relacionara al movimiento subversivo, no obstante, la guardia civil continuó en su afán de detener y humillar a toda persona relacionada con las ideas liberales. Entre los supuestos conspiradores, residentes o con propiedades en Lajas, estaban: Francisco María Farías, Juan Antonio Farías, José Antonio Sanabria, José Dolores Landrau, Eustaquio Balzac, Tomás Balzac, Rafael L. Ronda y Francisco Vélez Pagán. Se tiene constancia de algunos de los abusos que se perpetraron contra estos liberales. Por ejemplo, Francisco María Farías fue torturado, al igual que Francisco Vélez Pagán, aunque este último también fue azotado; José Dolores Landrau, periodista de profesión, fue golpeado tan fuerte que sufrió dislocación de una de sus extremidades, como si esto fuera poco, tuvo que caminar encadenado desde Lajas hasta San Germán.

Los abusos del gobernador Palacios fueron tantos, que las quejas de algunos puertorriqueños llegaron hasta España, provocando que Palacios fuera destituido de su cargo en noviembre de 1887. Lamentablemente, y como ya Jaime Frank Paganacci había comentado, el sentido de lealtad de algunos lajeños era tal, que sin mirar las atrocidades que se habían cometido aún abogaban ante la propia Reina Regente para que el gobernador Palacios no fuera removido de su puesto. Los incondicionales lajeños fueron Pedro Ascaso, Augusto Caimaré, Leoncio Portela, Vicente Tomey, José Noriega, Juan Costa, Celestino García, José Rodríguez, Laureano Rodríguez, Domingo Almodóvar, Luis Almodóvar y Benito Crespo, quienes tuvieron la arrogancia de indicar sobre Palacios que este era un “dignísimo patricio y bravo y celoso militar que había descubierto la horrible, tenebrosa y jamás oída conjuración tendente a destruir el Imperio español en estas apartadas regiones”.

Fragmento editado del libro de Pablo L. Crespo Vargas, Lajas, desde los amerindios hasta el siglo XIX: historia, cultura y sociedad de un pueblo (Lajas: Surcando la Historia, Inc., 2014).

Referencias:

AHN, Ultramar, leg. 5125

Cruz Monclova, Lidio. Historia del año 1887. Río Piedras:Editorial Universitaria, 1970.

Frank Paganacci, Jaime. “El componte en mi región”, en Mario F. Pagán, Historia de Lajas: 1883-1983. Mayagüez: Negrón Martín, 1983.

Pagán, Mario F. Historia de Lajas: 1883-1983. Mayagüez: Negrón Martín, 1983.