Antes de la Navidad

Espiritualidades
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Es algo ya generalizado que, después de la celebración del día de Acción de Gracias, escuchemos a través de los diferentes medios de comunicación, que dio inicio “oficialmente” la navidad. Son innumerables las tentadoras ofertas para obtener, no tanto lo que en realidad se necesita sino, lo que la propaganda impone como falsa necesidad. El ejercicio madrugador del llamado “viernes negro” deja sin aliento a cualquiera…, mientras las esperanzas y los anhelos más profundos de las personas se van opacando a la vez que pierden hondura…

En medio de todo esto, sin embargo, la Iglesia Católica universal, propone un camino de preparación a la Navidad, diferente. Un camino que consta de cuatro semanas (cuatro domingos), previos al día de la Natividad del Señor. Este tiempo de preparación es el Adviento con el cual se inicia cada año, un nuevo año litúrgico cristiano. Es el primer periodo del año litúrgico cristiano y puede durar entre 21 y 28 días. A lo largo de este tiempo, que en nuestro pueblo vivimos en un marco festivo, los cristianos católicos somos invitados a vivir en actitud de activa espera, de profunda oración y de auténtica reconciliación.

La actitud clave de este tiempo es la esperanza vivida en alegría, porque aguardamos la venida del Señor, esa que ya aconteció y que renovamos en cada Navidad. Esperanza que, vivida desde adentro, se expresa en acciones y signos concretos de fraternidad y paz. Es por eso que durante este período estamos llamados a desbordarnos en pequeños gestos de solidaridad, porque Dios ya lo hizo al anonadarse y asumir nuestra condición humana. Me gusta tener presente en este tiempo las letras de Teresa Parodi en su poema “Señales de Vida”. Se las comparto:

 

En el medio de todo lo que nos pasa, doy señales de vida por si hace falta,

quien no espera señales de vez en cuando para darse coraje y seguir andando.

 

Canto, doy señales de vida como naciendo,

doy señales de vida mientras espero

que me de sus señales de vida el Pueblo.

 

Los amigos del alma los verdaderos; los que quieren las cosas que más queremos,

Los que están de este lado de la vereda, los que están y también los que no volvieron.

 

Los ancianos, las madres y los maestros que ennoblecen la vida con cada gesto,

Nos confirman a diario con sus señales, que el camino es difícil pero, ¡tan bello!

Canto porque tengo esperanzas que se me escapan, pequeñitas y nobles y enamoradas,

si me da sus señales de vida el pueblo.

 

Canto, doy señales de vida como naciendo, doy señales de vida mientras espero

que me de sus señales, sus benditas señales de vida el Pueblo.