Tú que recién llegas a mi puerta
luego de subir una larga escalera,
te recibo con la verdad mas cierta
como quien abre su alma por vez primera.
Ven, camina con tu esencia abierta
y mi corazón abandera,
que ambos, con nuestra realidad descubierta,
encenderemos una hoguera.
A través de la ventana entreabierta
la pasión emergerá,
sin que la razón advierta,
¡que la partida será, siempre incierta!