El Cairo- Esporádicos choques entre manifestantes y policías antimotines se registraron hasta bien avanzada la madrugada de hoy en los alrededores de la embajada estadounidense en esta capital, próxima a la Plaza Tahrir.
El fermento político persistió en esta capital a pesar del acatamiento por el presidente Mohamed Morsi de un fallo de la Corte Administrativa que suspende los comicios convocados en cuatro etapas entre fines de abril y junio próximos.
Desde la tarde, jóvenes manifestantes atacaron con piedras a unidades de las fuerzas antidisturbios en la margen sur del río Nilo, en las cercanías de la mezquita Omar Makram, en la calle Qasr el Aini, donde Prensa Latina presenció el incendio de un vehículo ligero de transporte de tropas de la Policía y en la plaza Simón Bolívar, a una decena de metros de la embajada de Estados Unidos.
En cambio, la situación en la ciudad septentrional de Port Said se mantuvo en calma relativa después de los violentos disturbios de los últimos días en los que han muerto seis personas y más de medio millar resultado heridas, entre ellas miembros de los cuerpos de orden público.
Versiones en el sentido de que la Presidencia apelaría la decisión del tribunal que suspendió los comicios, fueron desmentidos en una declaración oficial en la cual Morsi manifestó su "respeto por el imperio de la ley".
El fallo judicial se basa en que la Ley Electoral contiene por lo menos cinco artículos incompatibles con la Constitución, a pesar de que la Shura, el consejo consultivo que hace las veces de cámara alta del Congreso, aprobó la legislación sin enmiendas la semana pasada.
El acatamiento del fallo por el primer magistrado es interpretado como un gesto conciliador hacia los partidos opositores agrupados en el Frente de Salvación Nacional, la mayoría de cuyos integrantes anunciaron que boicotearán los comicios.
La semana pasada el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, durante su breve estancia aquí instó al FSN a incorporarse al diálogo nacional convocado por Morsi y a participar en los comicios, pero los opositores desestimaron la sugerencia y la calificaron de injerencia en los asuntos internos del país.