Washington- Al menos manifestantes de 268 ciudades en 36 países participarán el próximo 25 de mayo en una protesta internacional contra la compañía de biotecnología estadounidense Monsanto, acusada por su impacto negativo en la agricultura, destacan hoy medios digitales.
La convocatoria, realizada por el movimiento ÂáOcupa Monsanto, pide que se tomen acciones de investigación gubernamental respecto a los efectos a largo plazo de los productos transgénicos del emporio.
Otra causa de la indignación de los activistas es la así llamada Ley de Protección de Monsanto (Monsanto Protection Act) que impide a las cortes de justicia federales detener la plantación y venta de cultivos genéticamente modificados.
Muchos de ellos argumentan que la transnacional se ha beneficiado de los subsidios a las empresas y del favoritismo político.
Mientras agricultores orgánicos y pequeños sufren pérdidas, Monsanto sigue con su monopolio sobre el suministro mundial de alimentos, incluso con sus patentes exclusivas sobre las semillas, esgrimen.
El pasado 16 de abril en el archipiélago de Hawai se protagonizaron las mayores protestas en décadas contra corporaciones que pretenden convertir ese territorio de ultramar de Estados Unidos en suelo de ensayos químicos e ingeniería alimentaria.
En los últimos 20 años, cinco de las mayores corporaciones químicas de biotecnología del planeta: Monsanto, Syngenta, Dow AgroSciences, DuPont Pioneer y BASF, han realizado allí más de cinco mil experimentos a campo abierto de cultivos resistentes a los pesticidas en una superficie de entre 16 mil y 24 mil hectáreas de tierra hawaiana.
Monsanto tiene una larga historia de producción de químicos que causan devastación. La compañía participó en el Proyecto Manhattan que ayudó a fabricar la bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), reveló un reciente reportaje difundido por el sitio digital Truth-out.org.
También recordó que desarrolló el herbicida Agente Naranja usado por las fuerzas militares del Pentágono en la guerra de Vietnam, el cual causó aproximadamente medio millón de malformaciones congénitas.
Últimamente, ha llevado al suicidio a miles de agricultores en India, a menudo bebiendo insecticida químico, después de que el elevado coste de las semillas de la compañía los hundió en deudas impagables. Puntualizó el reporte que no se han realizado estudios en humanos, pero los experimentos con animales muestran que los alimentos genéticamente modificados llevan a un crecimiento precanceroso de células, infertilidad y serios daños en los riñones, el hígado y el intestino grueso.
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