Es una tradición política en Puerto Rico, que el funcionario electo en el cargo de Comisionado Residente en Washington luego aspire a la gobernación de la Isla. El último que pretende llevar a cabo esta empresa, aunque oficialmente no lo haya declarado, es el Lcdo. Pedro Pierluisi. Igualmente, se ha hecho una tradición que el Comisionado Residente que esté corriendo para gobernador se ausente de sus labores en Washington, para estar llevando a cabo actividades de “fund raising” y relaciones públicas.
En los últimos días ha surgido un debate en la opinión pública sobre el número de ausencias del comisionado residente de Puerto Rico. Esto ha levantado nuevamente el susodicho debate, de que se legisla en Washington para ser electo gobernador. Lo que nos lleva a la luz de qué rayos hace el comisionado residente en Washington.
El cargo viene desde el año 1901, con la aprobación de la llamada Ley Foraker. Básicamente, el cargo es electo por los puertorriqueños y es un representante con voz pero sin voto legislativo. Se ha argumentado que el cargo conlleva los mismos poderes que el resto de los congresistas; aunque no puede ejercer el voto final para la aprobación de leyes, si puede votar e integrase en las comisiones. La realidad es que el cargo no es igual, ni similar al de un congresista. No obstante, de ser llevado con seriedad y diligencia, pudiese ayudar a los puertorriqueños para que estén incluidos en legislaciones federales y para que la voz nuestra sea escuchada, en teoría.
Al Lcdo. Pedro Pierluisi se la ha criticado recientemente en la Isla, por haber estado ausente de su trabajo en Washington. Desde el mes de abril salió a relucir en los medios la gravedad del ausentismo, en lo que iba de la sesión legislativa, ya estaba cerca de un 70% en las ausencias. Estas cifras tienen que ver con las sesiones donde pudo intervenir directamente el Representante, y es limitada a estas funciones en específico. En otras palabras, que se está ausentando de lo mínimo que pudiese estar laborando, no incluye otro trabajo en aras de ayudar el pueblo de Puerto Rico.
¿Entonces qué rayos está haciendo el Lcdo. Pierluisi? Pues, sus opositores han manifestado a los medios que se encuentra inmerso en los preparativos para la campaña electoral para la gobernación del 2015. Ante estas acusaciones, Pierluisi se ha defendido indicando que el tipo de trabajo que no requiere necesariamente su presencia en Washington, y que el trabajo el sí lo está haciendo.
El problema con esto es que durante el cuatrienio pasado, Pierluisi ocupó el mismo cargo electivo, pero no fue señalado por un patrón de ausentismo, como en la actualidad.
Cabe mencionar, que la distancia siempre ha sido un factor geo-político-económico de suma importancia para la Isla y su relación con la metrópolis. Tal vez, por esa razón Pierluisi no quiere estar tan lejos de Puerto Rico. O bien pudiese ser otra razón, que se desconoce, y que pudiese entrar en el ámbito personal. No obstante, lo que sí se conoce es que tiene un patrón de ausencias y que va en aumento. Al final del día, es el pueblo el que sufre, por no tener el único borincano electo por los electores-residentes de la Isla presente en la capital de la metrópolis.