El traspaso de Roosevelt Roads una victoria de las comunidades

Política

Hace una semana, específicamente el día 9 de mayo de 2013, la marina de los Estados Unidos formalizó el traspaso de las tierras de la antigua base Roosevelt Roads al gobierno de Puerto Rico. Estas tierras que estuvieron en el limbo desde el 2003, por no efectuarse el traspaso y la inhabilidad de los gobiernos anteriores de presionar a dichos efectos. Pero no se equivoque, esto se debió a iniciativas de las comunidades adyacentes a la antigua base militar. Ahora mismo están los líderes comunitarios con mucho ánimo, por las expectativas de progreso y mejoramiento para la economía de sus pueblos. Igualmente, el gobierno tiene sus esperanzas para el desarrollo económico.

La economía de la Isla y de zona de la Base tienen como “punta de lanza” del desarrollo económico la base Rooselvelt Roads, manifestó el gobernador de la Isla en una conferencia de prensa, al momento de efectuar el traspaso. Esto no es nada nuevo, el gobierno tenía mucho interés en efectuar sus planes para la Base. A esos efectos, yo recuerdo inclusive que el actual secretario del Departamento de Desarrollo Económico, recién inaugurando en su puesto, hizo a la prensa unas manifestaciones a los efectos; que de no suceder nada con las tierras de la Base, durante este gobierno, él hubiese fracasado como Secretario. Por mi parte, no quiero dar una falsa impresión de que el mérito de esto lo tiene el gobierno, pero sí de enfatizar lo importante que esto representa.

La belleza de las tierras es fácilmente visible desde el mar, cuando uno toma el ferry para la isla de Vieques o Culebra se vislumbran unos terrenos privilegiados geográficamente y que no han compartido la tendencia del desarrollo que se ve en el resto de la costa. Seguramente, en los próximos años habrá un cambio, que esperamos sea para mejor.

Tal vez la nueva tendencia en las bases militares del país es de cederlas al gobierno para estimular el desarrollo económico durante la Gran Recesión Solo para dar un ejemplo imaginario, imagínese un parque, centros de aprendizaje y de investigación ecológico en las tierras del Fuerte Buchanan en Guaynabo. Igualmente, otro centro similar en el sur de la Isla, donde está ubicado el Fort Allen en Juana Díaz.

Estas ideas utópicas, de traspasar todas las tierras de las bases al pueblo puertorriqueño, requieren mucha imaginación y organización por parte de las comunidades, para que el desarrollo sea uno de calidad, como se ha demostrado hasta ahora en el caso de Roosevelt Road. También es largo y bien cuesta arribe. El riesgo de hacerlo como se hizo en el pasado, es que se conviertan en unas áreas como lo es actualmente la antigua base Ramey de Aguadilla; donde no se sabe ni la hora que es, eso sería algo que no queremos para el resto las tierras de las bases militares.