Puerto Rico se propone incluir la prohibición al “bullying” en escuelas privadas y universidades

Política

altHay un proyecto de ley en el Senado de Puerto Rico, a los efectos de elevar el alcance del llamado “bullying”, que es un tipo de acoso a los estudiantes de las escuelas. El Proyecto 500 propone prohibr el “bullying” en todas los centros de enseñanzas de la Isla, esto incluiría escuelas y colegios privados. Además, incluirá universidades y escuelas graduadas. La medida responde al deseo por parte de la legislatura de atender esta necesidad social.

Pero es mucho más complejo que eso. En sentido crítico jurídico, la medida legislativa adolece de criterios y normas básicas para atender la problemática social que representa esta modalidad de acoso. La exposición de motivos del proyecto, por alguna razón insólita, casi eleva a rango constitucional la protección contra el “bullying”, pero no crea un procedimiento penal que garantice los derechos de todas las partes.

En este sentido, el problema mayor es que le impone a las universidades y/o colegios privados  unas guías para que sigan, y las mismas no están definidas en el texto de la ley. Por el contrario, le otorga al Departamento de Educación el deber de establecer el protocolo que seguirán todos los centros docentes, pero este aún no existe. Para colmo, el proyecto de ley crea responsabilidad penal criminal a los violadores, por unas penas que no están claramente definidas en el proyecto de ley por la legislatura. Esto en mi opinión, de por si es una violación crasa al Debido Proceso de Ley avalada por la legislatura. Pero como los afectados son en su mayoría menores de edad, o jóvenes no relacionados con el proceso legislativo, no vislumbro gran oposición. Además, muy probablemente los reglamentos se harán para proteger la responsabilidad civil extracontractual de las escuelas privadas y/o universidades. Personalmente, me sospecho unas grandes injusticias con los muchachos acusados de “bullying” en el futuro cercano.

La violencia del “bullying” en las escuelas de Puerto Rico, tiene que necesariamente verse en el ámbito del complejo del colonizado. Los puertorriqueños somos todos, el mejor ejemplo de una colonia intervenida políticamente y jurídicamente, por una potencia que es culturalmente distinta. A modo de ejemplo; los jóvenes puertorriqueños saben que son americanos, pero también reconocen que son borincanos; también saben que no tiene los mismos derechos que los que viven en los Estados Unidos, y que tiene un idioma y una cultura distinta. Tampoco éstos tiene los mismos derecho que nuestros vecinos soberanos en el Caribe. Esto lo explicó con lujo de detalles el Dr. Frantz Fanon, siquiatra y filósofo de Martiníca, que escribió varios tratados sobre cómo se comportan los colonizados ante estas frustraciones, y uno de los resultado es violencia entre ellos mismos.

Por alguna razón, que aún lo he logrado comprender a cabalidad, los puertorriqueños de la academia y libres pensadores, no continúan analizando nuestros problemas sociales desde la perspectiva del complejo del colonizado. Esta falta de denuncia, da la errónea percepción de que superamos por arte de magia o evolución social, nuestra condición de colonizados.

En conclusión, la violencia del “bullying” no se detiene con medidas punitivas hacia los jóvenes. Por experiencia, puedo comentar que procesar criminalmente a un menor de edad tiene un grave efecto en su desarrollo social. Lo ideal es buscar las razones de la violencia y trabajar hacia un cambio en ese (a) joven. Crear leyes punitivas, que no tiene defensas, ni parámetros claramente definido en contra de los jóvenes, es un tipo de violencia de Estado. No mal interpretar, la iniciativa es buena; solo que visto desde la perspectiva jurídica crítica y del Derecho Constitucional, no es la más adecuada dentro de las circunstanicas del puertorriqueño.

Este proyecto de ley, que busca atender a los niños y jóvenes de la Isla me pone a pensar en las palabras de Jacques Derrida; considerado como el filósofo más importante de los últimos años y padre del deconstruccionismo; también fue al igual que Fanon, proveniente de una colonia francesa. El estudió a fondo la mentalidad del colonizado; cuando le preguntaron sobre el problema colonial en Puerto Rico, en una entrevista, contestó lo siguiente: “La dificultad para los grupos o comunidades perseguidas, por ejemplo las coloniales, es emanciparse, llevar adelante su guerra pero de tal manera que en cierto momento ella cese de identificarse a partir del punto de vista del colonizador. En el fondo, fenómenos de colonización imperialista del siglo pasado como el francés, el británico, el portugués fabricaban identidades y de cierta manera fabricaban estados. Por ejemplo, Alger no hubiese sido el estado que es actualmente. Es un producto de la colonización. Los algerinos, los combatientes, los resistentes que luchan por la independencia, de hecho, asumen la identidad que los franceses proyectaron y construyeron”.