“Spooky” Bébé Duvalier aparenta salirse con la suya, por la libre

Política

altJean Claude “Bébé Doc” Duvalier actualmente está siendo procesado criminalmente por todos las cosas horribles que hizo en la República de Haití.  El juicio formal se está llevando a cabo en un tribunal de jurisdicción haitiana. 

Específicamente, el ministerio público de ese país pretende lograr una sentencia de culpabilidad por las miles de muertes de haitianos y por los millones de dólares apropiados ilegalmente.  Las cifras son chocantes; de entre 20 mil a 30 mil asesinatos, y de 300 a 800 millones USD apropiados ilegalmente.  Es impactante como este exgobernante ha logrado estar por la libre por décadas, refugiado en una vida de lujos en Francia, y que ahora con su batería de abogados franceses ha logrado que la acusación sea desestimada a su favor y que solo se le pueda procesar por un delito cuya pena máxima es de 5 años en prisión y del cual él tiene expectativa de salir inocente.

Bébé Duvalier es el gran monstruo del Caribe, fue presidente de Haití desde la muerte de su padre en el 1978 hasta el 1986, cuando fue derrocado por revueltas populares.  El Bébé Duvalier se exilió en Francia, y allí vivió una vida de multi millonario, mientras el pueblo haitiano vivía en la miseria más horrible posible.  Los millones de Duvalier son acreditados, por expertos en la comunidad mundial, al trasiego de drogas, a la venta de órganos humanos y la apropiación ilegal de fondos destinados para ayudas a Haití.

Más aún, lo más chocante son las muertes que Bébé Duvalier se les responsabiliza en Haití, los números están entre los 20 mil y 30 mil.  Las víctimas fueron ajusticiadas por los escuadrones de la muerte liderados por Bébé, los Tonton Macute.  Lamentablemente, todo esto se hizo por parte de los asesinos en la sombra de la religión Vudú, practicando ritos mágico religiosos en contra de sus enemigos.  En este sentido, la historia social contemporánea de Haití es la más impactante de todo el Caribe y el Bébé es el actor principal de esta tragedia real, bañada en sangre, corrupción y muerte.

No hay duda que a Duvalier se le iba a acusar criminalmente, pero cómo y cuando no se sabía obviamente.  Así las cosas, él voluntariamente fue a Haití en el 2011, y luego de 24 horas en este país se le presentaron acusaciones por crímenes contra la humanidad y actos de corrupción.  El compareció solamente una vez durante el proceso.  Las acusaciones por delitos contra la humanidad se desestimaron por un juez haitiano con competencia, sin ni siquiera escuchar los testimonios de las víctimas.

La Sentencia del juez fue a los efectos de que los delitos de crímenes contra la humanidad estaban prescritos y que solamente se atenderían las acusaciones por delitos de corrupción, cuya pena máxima es de 5 años de prisión.

Actualmente, el caso está en Apelación y el ministerio público haitiano intenta, contra viento y marea, que los testimonios de las víctimas sean escuchados.  Así las cosas, la defensa de Bébé Duvalier ha logrado que un tribunal con jurisdicción y competencia le desestimen los cargos y que esté expuesto a una pena de solamente 5 años.

En retrospectiva, vemos que la llegada del Bebé luego del terremoto a Haití en el 2011 fue una estrategia legal, para que un Tribunal haitiano lo enjuiciara por delitos alejadamente prescritos.  El efecto legal sería un impedimento judicial para que otro tribunal interviniese por los mismos hechos, por ser cosa juzgada.  En otras palabras, que el monstruo de Bebé está a punto de salir absuelto de todas las atrocidades y crímenes cometidos por tecnicismos legales.

La farsa judicial del proceso en contra de Bebé Duvalier requiere acción por parte de la comunidad internacional, para radicarle cargos criminales de forma inminente, en el Tribunal Internacional de Justicia o cualquier otro tribunal con posible competencia.  Es inconcebible que este hombre, Bébé Duvalier notoriamente conocido por miles de asesinatos y millones de dólares en apropiaciones; y de las prácticas más atroces de corrupción.  Estamos ante la posibilidad real, de que uno de los líderes más despreciables en la historia política del Caribe, esté al punto de salir por la libre y mofarse de sus víctimas.  Se hace el llamado al pueblo y el clamado de justicia para el Caribe.