Por las redes sociales y en periódicos de otros países ha salido la noticia sobre la publicación del libro “La Economía Naranja: una oportunidad infinita”, escrito por al Banco Internacional de Desarrollo (BID); el mismo está disponible gratis en el Internet para su difusión. La Economía Naranja es un concepto bastante reciente, en el cual se promueve un crecimiento económico a través de la cultura, y de la creación intelectual, que rompe con una contradicción imperante heredada del neoliberalismo, de querer mirar el patrimonio artístico como un motor para el desarrollo económico. En esta novísima propuesta, no se niega el potencial económico de las artes, pero más bien son los inversores quienes aportan económicamente a la cultura y no a la inversa.
La tendencia de ver la cultura como eje del desarrollo económico para Puerto Rico es algo que recuerdo haber visto durante la primera Campechada, evento organizado inicialmente bajo la administración del PNP y del gobernador Luis Fortuño, un período caracterizado por economistas como un retorno del neoliberalismo para Puerto Rico. Allí en medio de la actividad hubo sendas exposiciones de empresas nativas y estadounidense, con presentadores de Power Point y hablando en el idioma inglés, explicando el potencial económico de la cultura y a la vez reconociendo su riqueza.
Esta era la tendencia imperante hasta hace poco, pero con la Economía Naranja el modelo es otro; se reconoce el potencial económico de las cultura y las artes, pero su riqueza yace de una mirada de América Latina hacia los Estados Unidos y/o al exterior más allá del hemisferio. Cabe mencionar que la riqueza está en el talento, la propiedad intelectual, la conectividad y la herencia cultural. En ese sentido, las inversiones extranjeras y/o internas por el Estado o inversores deberían estar dirigidas hacia una “industria de creación”.
El libro da unas cifras asombrantes y alentadoras, por ejemplo lee de que si la Economía Naranja fuese un país sería la cuarta economía mundial, y ocuparía el noveno lugar como exportador de bienes y servicios, además dle tener el potencial de ser la cuarta fuerza laboral del planeta.
Para Puerto Rico y el Caribe las ideas y metodologías de la Economía Naranja son inevitablemente el futuro, alejado del modelo neoliberal y reconociendo el enorme potencial económico en las artes, herencia cultural y creatividad de nuestra gente. Así las cosas, analizar críticamente y entender la Economía Naranja es el reto de esta década para los “policy maker” en Puerto Rico y en el Caribe, entonces pues empecemos por darle un vistazo al libro en el siguiente enlace: http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=38143978