Vivimos un momento particular donde informar la verdad, se ha convertido en un nuevo centro de batalla entre todos los sectores socialmente opuestos. Ahora bien, ¿Qué es la verdad? No sabemos. ¿Quién comunica la verdad? ¿Dónde se comunica la verdad hoy? Estas preguntas sirven para ilustrar lo que representa la reciente nueva fase de la guerra humana. Lo complejo del asunto es que se trata de una guerra que no pasa en el mundo de los humanos, sino en el mundo de las redes sociales, cibernéticas y digitales. Se trata de un nuevo momento de la humanidad, el cual es muy difícil de seguir, y a veces de proseguir.
Resulta que hace unos días, en las redes sociales, particularmente Facebook, apareció una información de que el gobierno Español le habría de dar la ciudadanía a toda persona que tuviese un apellido común, que aparecían en una lista de 5,200 apellidos comunes. Esto causó conmoción, y la gente se comenzó a movilizar para solicitar su derecho a la ciudadanía. Resulta que a los pocos días, y ante la conmoción causada, el gobierno de España reaccionó en indicó que la información era falsa.
El episodio español no es diferente a otros que han sucedido con los conflictos de Ucrania y Venezuela, por ejemplo. En los mismos, muchas veces se ha transmitido información que no corresponde con lo real que ocurre en las calles de dichos países, no obstante se hace representar como tal. Esto nos provoca un fuerte cuestionamiento, si los conflictos de la humanidad en el momento actual, que son comunicados por sistemas mediáticos tradicionales y alternativos, se intenta que los mismos transmitan una información tergiversada y no correcta. En esta medida, las nuevas guerras son las que se traducen en las redes sociales, y las mismas versan en la competencia de la desinformación. Vivimos todos a la merced de lo que las redes sociales nos digan o nos inviten a hacer.
Lo cierto es que las redes sociales, en particular Facebook, se han convertido en nuestro principal terreno de informar y desinformar. Facebook lo es todo. Ahora bien, luego de Edward Snowden y el proceso de develar cómo los EE.UU., a través de la agencia de seguridad nacional (NSA, por sus siglas en inglés) actúa, nos ha puesto en una situación de paranoia general. En otras palabras, no solo que todos y todas hemos sido intervenidos por los EE.UU,, sino que muchas veces los mensajes que recibimos nadie sabe si son generados por una máquina espía, o por una persona amiga.
En fin, que el presente es un futuro incierto. Que la información o desinformación, es el primer acto político para ejercer poder y dominación.