(San Juan, 1:00 p.m.) A tres semanas que se cierren las candidaturas para las próximas elecciones, todo se ve incierto.  Ni el Partido Nuevo Progresista (PNP) las tiene claras de si ganan o no, mientras que por otro lado, ellos han desinflado al Proyecto Dignidad (PD) y a la candidata primarista Jennifer González.  La polarización se ha quedado entre ellos y nosotros, los que queremos adelantar la independencia.

En la coyuntura actual, es lo más interesante es ver como la Aliaza Patria, ha provocado una reacción interesante de país, en la cual se podría hablar de la independencia como un proyecto real.  Eso es la posibilidad de esta experiencia política que tiene a muchos sectores del país interesados en saber como se ha de traducir esto en las príximas elecciones.

Mientras los otros partidos de oposición, al proyecto de una patria libre, como el Partido Popular Democratico (PPD) y el PD, se encuentran parcialmente en los margenes resolviendo problemas internos.  Esto permite adelantar una mirada crítica en el debate nacional, sin tener que esperar porque ellos resuelvan sus candidaturas primaristas. Los que creemos en la independencia, podemos hablar de la misma.

Finalmente, en la presente coyuntura política de Puerto Rico, lo más importante no es alcancer el poder administrativo de la colonia, sino hablar de la independencia. Utilizar el proceso electoral para educar. Solo así, por la via que sea, podremos contribuir a la independencia nacional. Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.) Finalmente la famosa Alianza Patria entre el Partido Independentista Puertorrirqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) cobra otro valor, cuando el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) indicó sumarse a la alianza.  Ahora bien, el MINH lo definió como sumarse por la indendencia, pues ellos abiertamente tienen una campaña titutlada "Seremos libres".

En asamblea de delegados ayer del MINH, estos decidieron integrarse de forma novel a la contienda electoral, indicando que habrían de presentar candidatos bajo a sombrilla de la Alianza Patriotica. Esta seria la primera vez en 20 años que el MINH presenta candidato a puestos electivos.  Por lo tanto se trata de algo novel.

Ahora bien, lo importante es que como formación política, el MINH ha sido consistente en hablar siempre de la independencia, y no matizar o invisibilizar la misma.  Estas elecciones generales son posiblemente las primeras que hablar de la independencia sea una opción normal y natural.  Más allá de administrar el aparato gubernamental colonial, lo importante es adelantar la independencia nacional para Puerto Rico.

Finalmente, hablar de la independencia, no esconderla, debe ser el rol de toda persona que crea en la independencia para Puerto Rico.  Por lo tanto, adelantar la misma es un ejercicio real para todas y todos los que conformamos un proyecto identitario de nación.  Sólo por la independencia. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Nadie lo ha dicho, los cinco partidos políticos en las próximas elecciones generales apuestan a administrar de forma justa, organizada y honesta la colonia.  Es una propuesta digna de un país de sujetos coloniales, bien o mal administrados por el poder metropolitano, Washington. Entonces, nosotros participamos, no nos oponemos, y ahí coincidimos con la metrópoli.

Repensar el orden colonial, es nuestra razón de ser, sobre todo si queremos la independencia para Puerto Rico. Participar en el orden colonial, es intentar transformarlo de forma contestataria, sin participar en la sumisión involuntaria.  Nuestra intervención en las elecciones generales no debe ser para sostener el orden colonial, sino para transformarlo desde ahora hasta mañana. Es una agenda muy compleja, pero si no se discute de forma pública, es promover el engaño de la gente y su participación.

Es momento de pensar las elecciones generales del 2024, no como un proyecto de ganar y asentarnos en el poder, sino como un proyecto contestatario al poder. En el caso colonial, habría que crear una narrativa contestaria e insertarla en el imaginario. Plantear administrar bien la colonia, no es contestataria.  Es afirmar el orden colonial.

Finalmente, estamos a tiempo aún para resolver los problemas coloniales con los cuales vivimos. Uno de ellos, separarnos del orden colonial que promueve Washington.  Aún estamos a tiempo. Pensemos.

(San Juan, 9:00 a.m.)  Como en el manejo de las estadísticas en la liga de beisbol de los EE.UU, las próximas elecciones en Puerto Rico las habrá de ganar quien maneje mejor los cohortes electorales.  Se dice pronto, pero esto se analiza por bloques, es decir 18 a 24, 25 a 40, 41 a 60 y 61 a 100.  El Partido Nuevo Progresista (PNP) ya ha pronunciado que necesita el 32 a 36 por ciento del electorado que vote para mantenerse en el poder. Lo están intentando alcanzar por distintas estrategias, algunas de ellas muy “invisibles”.

Ante este cuadro, el primer diario de referencia ha convocado para el 1 de mayo a que vengan 50 mil boricuas de la diáspora a relocalizar su voluntad con Puerto Rico. Suficiente tiempo para convertirlos en electores.  Es decir, para conseguir un 10 a u 40 por ciento de los que regresen, para que voten en las elecciones de noviembre de 2023.  Es una idea novel, auspiciada por el sector privado, no por el estado. No hay violación de ley, es natural, es normal.

Lo interesante es que el PNP de Pedro Piuluisi, dirigido por Edwin Mundo, sabe de cohorte electorales.  Por lo tanto, ellos buscan ahora mismo votos dentro de los cohortes 41 a 100.  Estos operan con fondos federales.  Pero el cohorte de la juventud, 18 a 24, es muy pequeño, a penas 150 mil electores, los cuales no están inscritos. Por ende, la diáspora.

Pensemos como arrebatarles el poder a ellos.  Ellos, el PNP y los sectores de la derecha corporativa, luchan por mantenerse en el poder. Pensemos nosotros como sacarlos del poder. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Para los que creen en la independencia para Puerto Rico, se deben de sentir complacidos, ante la integración del Movimiento Nacional Independentista Hostosiano (MINH), a la plataforma Alianza Patria. La misma la conformaban inicialmente, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC).  Ahora hay un tercero que entra a la plataforma siendo este el MINH.

La noticia rompió el domingo pasado y causó mucho interés en todos los formatos de análisis de contenido noticioso.  La historia es novel.  Hablar de una alianza electoral para participar en el proceso electoral, hablando de la independencia, es nuevo para Puerto Rico.

Por lo que hay que motivar que la Alianza Patria, entre el PIP, MVC y ahora el MINH, sea prospera.  Cada cual debe de hablar de lo que cree, pero por lo pronto, en la contienda electoral, hablar de la independencia es importante.

Las elecciones generales, posiblemente no cambien mucho.  Pero si lograran cambiar imaginarios.  De eso se trata, de cambiarlos para apostar entonces a ese cambio. Pensemos.

Salvo el Movimiento Independenista Nacional Hostosiano (MINH), grupo que apoya la participación electoral en las proximas elecciones nacionales, el resto de las colectividades politicas que particpa en dichos comicios, ha reservado la palabra independencia en su uso diario.   Esto es una estrategia para atraer los votos de los indecisos.  Pero no hablar de la independencia, en el proceso electoral, como consecuencia inevitable de la participación en los comicios, puede ser un error, muy profundo.

Las elecciones fueron en Puerto Rico un evento apoteósico en el pasado. Ya no lo son. Cada elección que pasamos, menos gente participa. En las del 2020, apenas un 53 por ciento del electorado registrado. Eso es muy debil.  Por lo que debemos de pensar este proceso electoral, si continua la tendencia, puede convertirse en uno inconstitucional, si menos del 50 por ciento del electorado participa. Ahora bien, participar en este proceso, con menos votantes, y no hablar de la independencia es un error.

Hablar de la independencia en todo momento, es adelantar la causa.  Es adelantar lo necesario para que en el imaginario nacional, esta opción sea tan valida como la de otras ideologias.  No hacerlo, es someternos involuntariamente a la ló gica de Washington, y de las fuerzas politicas dominantes en Puerto Rico.

No mentir. Somos independentistas.  Adelantamos la independencia nacional de la isla, hablando de laó  independencia.  Veamos como reacciona el pueblo. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) El orden colonial se va reproduciendo continuamente. El proceso electoral, nos permite ver como Washington controla a Puerto Rico a través del proceso electoral.  Todo indica que por primera vez todos los partidos hoy compareciendo a las elecciones, lo hacen con la clara e intencionada voluntad de administrar la colonia.  Unos porque se oponen a la corrupción, otros porque les gusta la corrupción.

Lo interesante, no obstante, la narrativa dominante es la de la paz colonial, en la cual, todas y todos participamos de los procesos electorales, en la búsqueda de "un mejor Puerto Rico".  Esto dificulta toda crítica seria y cuestionadora del orden colonial, pese a que muchos movimientos sociales fuera del proceso electoral, si lo están haciendo.

En el proceso, vamos explorando soluciones que no rompen con la colonia, ni con el orden colonial que nos impone Washington y nosotros reproducimos de formas extrañas.  A fin de cuentas, somos cómplices en sostener la colonia, pese a todas las formas de cuestionar la colonia que a diario ejercemos.

Y si, podemos reconocer que nadie tiene la verdad, sobre todo de como terminar el colonialismo.  Pero no es difícil e imposible cuestionar el orden colonial, vivir con el mismo, e ir erradicando el mismo. Ese es el problema de las próximas elecciones, como participar en las mismas sin reproducir el orden colonial. Lo que debemos es erradicar dicho orden. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Hay algo que podríamos llamar la paz colonial. Esa condición de subordinación por el cual el mundo del consumo se reproduce en Puerto Rico sin ser cuestionado, así como la aceptación que Washington es nuestro referente salvador.  En fin, podríamos discrepar, pero vivimos en un modelo colonial de aceptación dominante al mismo, y donde lo cuestionamos solo bajo las reglas de ellos, Washington, por la via electoral.  No hay mas nada, es así.  Es una colonial de encanto.

Ahora bien, lo que no queremos ver es como ante el universo electoral, es difícil que Washington se oponga a algo. Si se oponen seria a un acato radical por parte del Partido Nuevo Progresista (PNP) de alegar que un voto por ellos es un voto por la estadidad.  Pero ya sabemos que es un disparate, y que todo modelo de integración a la brava es inexistente.  Votar por el PNP es votar por administrar la colonia.

Entonces el partido histórico, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) también asume que votar por ellos es administrar la colonia.  No hay intención de proclamar la independencia, que no sea llamar a una asamblea constitucional de estatus para dilucidar el estatus en su momento. 

Finalmente, pese a todo Proyecto Dignidad (PD) y Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) pese a todas diferencias ambos coinciden en que el estatus no está en issue, así como en que ambos partidos desean administrar bien la colonia.  Por lo cual, ambos aspiran a ser buenos administradores.

Lo interesante es que desde la relación colonial con los EE.UU. las elecciones del 2024  se presentan como la “tormenta perfecta” para reproducir la paz colonial. Esa paz colonial es buena para el capital, para los sectores pro EE.UU. y sobre todo para Washington. 

Tan buena es la paz colonial, que al PNP no lo han acusado de un solo acto de corrupción en 18 meses.  Tanto ellos como Washington, muy complacidos. Pensemos.

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