Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Ayer el juez Anthony Cuevas del Tribunal de Primera Instancia, sala de San Juan, determinó que cinco candidatos del Movimiento Victoria Ciudadana y un candidato del partido Proyecto Dignidad no tienen derecho a participar en las elecciones, pues no cumplieron con el método electoral de recabar endosos, si no se presentaron como candidato único antes del 30 de diciembre de 2024. Dicho esto, la decisión del juez Cuevas se da en el contexto de la conmemoración 87 de la masacre de Ponce contra el Partido Nacionalista.  Terrible coincidencia.  Vivimos una segunda masacre en el mismo día.

El juez Cuevas basa su determinación en la Ley del Código Electoral del 2020.  A partir de esto, entran en juego las disposiciones de candidatos de partidos e independientes, que son únicos o que compiten varios para la misma posición. Si son únicos, a 30 de diciembre, tenían que cumplir con distintos requisitos incluyendo el requisito de endosos.  Pero si no son candidatos únicos, aquí yace la controversia, entonces van a primaria o a un método alterno, el cual elige cada partido político.

Para el juez Cuevas, el meollo no fue atendido correctamente por los querellados, es decir los que fueron descalificados.  Para el juez Cuevas, el reglamento enmendado y modificado en agosto del 2024, dejaba con claridad, según él, al 30 de diciembre si los candidatos no únicos tenían que comparece a primaria o método alterno a partir de enero del 2024, entonces tendrían que dejar inscritos sus endosos.  Podemos discrepar, pero esta es la decisión del tribunal en cuanto a este asunto.

(San Juan, 9:00 a.m.) Nos traen hoy la Buena nueva, que Puerto Rico no tiene capacidad de generar electricidad, ni por vía de la Autoridad de Energía Eléctrica, ni por vía de las privatizadoras, incluyendo a LUMA, por lo que hemos de importar electricidad desde la Republica Dominicana. Es decir, Puerto Rico se convierte en un país dependiente, no solo de comida desde los EE.UU., sino desde el caribe por vía de la electricidad. Todo esto, bajo la administración general del Partido Nuevo Progresista (PNP).

Entonces, resulta que el proyecto del PNP de convertir a Puerto Rico en un país minimalista, cada vez con menos capacidad de nada, se va materializando poco a poco.  No ha sido solo la intención de la Junta de Supervisión Fiscal, la cual nos reduce a la nada como país. Sino que esto ha coincidido, con las pasadas tres administraciones del PNP (Ricardo Rosselló, 2017 a 2019; Wanda Vázquez, 2019 a 2020; y, Pedro Pierluisi, 2021 a 2024), en la cual la consigna ha sido reducir el gobierno de la isla a la nada.

Con esto en mente, cualquier proyecto de país debe incluir como mínimo sacar al PNP de la gobernación de la isla. Mientras estos se encuentren en el poder, la filosofía de ellos de hacer al pais más dependiente a lo externo, se seguirá imponiendo.  

(San Juan, 1:00 p.m.) Durante la Guerra de Vietnam, la última, de 1966 a 1974, el pueblo de los EE.UU. se movilizó contra su gobierno, y creo una cultura contestaria que cuestionó la guerra y todos sus objetivos.  En la actualidad, el ejército y parte del gobierno de Israel, lleva una campaña militar de abuso contra el pueblo de Palestina. En los EE.UU. las protestas sociales comienzan a germinal y se parecen todas a la de la Guerra del Vietnam en la década de1960.

Entre las protestas de estos días, está el festival de música del Sur en el Suroeste, el cual ha tenido la cancelación de 80 bandas en el estado de Texas, lo cual representa un fuerte mensaje anti el conflicto en Gaza/Palestina.  Las bandas musicales que decidieron no participar en el festival, lo hacen en solidaridad con el pueblo de Palestina y pidiendo un cese al fuego.

Ante esto, vemos como cada día que pasa en los EE.UU. la protesta social va cobrando mayor auge, e irradiando todos los sectores sociales en dicho país.  Lo interesante es ver como en el territorio colonial de Puerto Rico, el silencio o la expresión limitada, han sido las formas dominantes de expresión. Si bien es cierto que ha habido protesta contra la Guerra en Gaza, la misma ha sido bastante limitada.

(San Juan, 1:00 p.m.) Anoche asesinaron en Cayey al joven prospecto de pelota, tanto en las liga de los EE.UU. como en la Doble A de Puerto Rico, Lucas Aod Torres Vázquez. Este joven había tenido encontronazos con la ley, pero todos sus amigos, algunos de ellos coacusados junto a él en el 2023, habían sido asesinados. Faltaba él. También se lo llevaron. 

Puerto Rico se ha convertido en un narcoestado. Un indicador son los asesinatos asociados al llamado bajo mundo, o trasiego de drogas. Otro indicador es el aporte económico de las drogas ilegales a la Economía formal.  En Puerto Rico se piensa que se habla de un 22 a 25 por ciento de la economía a partir de dinero generado por drogas ilegales.  Ahora bien, un indicador directo o indirecto de un narcoestado, es lo relacionado a la corrupción gubernamental.  Esa que participa en actividades directas o asociadas a la narcoeconomía.

En días recientes el FBI arrestó a un policía estatal que llevaba 15 años en la policía, como un buen ciudadano, trabajando en el aeropuerto. Allí le deben de haber apodado el “portero” pues garantizaba que el equipaje entraba a los EE.UU. con drogas provenientes de Puerto Rico. Un genio de lo turbio.  Pero este arresto se dio, a horas que cuatro carteros, empleados federales, fueran arrestados por el FBI por haber hecho trucos con los votos adelantados en una elección especial de la Comisión Estatal de Elecciones en el 2022.  Estos carteros, como el policía, tenían valor económico ante sus postores.  Fueron todos comprados. 

(San Juan, 1:00 p.m.) Hay alguna similitud entre los casos del expresidente de los EE.UU., Donald Trump y el exalcalde de Ponce, Luis Irizarry Pabón. A ambos les gusta el poder político.  Ambos nada contra la corriente.  Ambos no dejan de intentar. Ante este cuadro, uno se pregunta, ¿qué ha cambiado?  De nuestra parte, lo que ha cambiado es la cultura política.

Tal vez la respuesta no se origina en Ponce.  Tal vez se origina con mayor claridad en los EE.UU., donde el expresidente Donald Trump, ha cambiado todas las normas de los procesos electorales, no solo a beneficio de él, si no de personas como Irizarry Pabón. 

Cada caso que Trump Eleva a la Corte Suprema de los EE.UU. cambia profundamente la norma jurídica y la norma sociológica de los políticos y de la cultura política en dicho país. El efecto para nosotros en Puerto Rico es monumental. Esto lo saben los abogados de Irizarry Pabón, y no han escatimado en usar argumentos similares a los usados por Donald Trump. 

(San Juan, 9:00 a.m.) Tengo la impresión de que en las próximas elecciones la consigna, de todos los partidos políticos, y digo y me reitero de todos, es no cuestionar las bases filosóficas del neoliberalismo.  Es decir, la fase actual de los procesos de acumulación del capital, bajo el modo de producción capitalista. Si usted entiende hasta aquí, y en arroz y habichuelas, se trata de hacer chavos de toda transacción social y humana.

Por lo tanto, tendríamos que proponer una agenda no neoliberal. Como mínimo esta tendría que plantear un cambio de dirección o eliminación de múltiples iniciativas que se han tomado en Puerto Rico desde la segunda década del Siglo XXI, es decir desde el 2010. 

Entre otras:

1. Eliminar la Junta de Supervisión Fiscal – nos ha llevado a la pobreza
2. Eliminar el DMO, distrito de mercado meta turístico – es el principal promovente del desplazamiento hoy de boricuas y sustitución de población por gente de los EE.UU. u otros países.
3. Detener la privatización de los servicios esenciales, incluyendo la energía, el transporte y la salud.
4. Detener, fiscalizar o eliminar, la “uberización” de la sociedad puertorriqueña a manos de capitales digitales remotos, que nos siguen desplazando.
5. Eliminar la Ley 20, 22 de 2012, y la Ley 60 de 2020 (en la incorporación de las leyes anteriores) – reglamentar y limitar a los inversionistas de especulación financiera o inmobiliaria y no vinculados al capital productivo de manufactura o servicios. 

La lista puede ser más extensa, pero si no comenzamos a cuestionar el neoliberalismo, Puerto Rico se convertirá en un ventorrillo de comida rápida, sin empleados y empleadas boricuas.  Todos estarán automatizados y evaluados desde algún sitio en Silicon Valley, EE.UU. Pensemos.

(San Juan, 1:00 p.m.) Lo mejor de todo es que de forma identitaria nos distinguimos de los americanos de los EE.UU.  Ellos son de otro país y otro planeta. Nosotros somos boricuas, y las distinciones son importantes. Hoy hemos vuelto a ofrendar a los dioses tainos, Juracán en particular,  a dos turistas en la playa de Luquillo. Los arrastró la corriente.  Es decir, en la playa de la Pared, un americano anda desaparecido, y otro está hospitalizado en estado crítico. Mientras, el gobernador de turno no sabe qué hacer con los ahogamientos, incluyendo los del fin de semana.  

Pero todo esto pasa, mientras en los EE.UU. Donald Trump y Joe Biden han sido certificados para la contienda electoral del 2024, como candidatos presidenciales de sus respectivos partidos políticos.  Ambos han cambiado todas las reglas, incluyendo la de la edad, pues se trata de los candidatos de mayor edad al puesto de presidente en la historia de dicho país.  Pero a nadie le interesa esto en Puerto Rico, salvo pensar que con fondos federales, según el gobernador Pierluisi, se podría crear un arrecife artificial en la playa de Condado para evitar que se ahogue la gente, y presumimos que igual lógica aplica a la Pared den Luquillo.