(San Juan, 1:00 p.m.) Lo mejor de todo es que de forma identitaria nos distinguimos de los americanos de los EE.UU. Ellos son de otro país y otro planeta. Nosotros somos boricuas, y las distinciones son importantes. Hoy hemos vuelto a ofrendar a los dioses tainos, Juracán en particular, a dos turistas en la playa de Luquillo. Los arrastró la corriente. Es decir, en la playa de la Pared, un americano anda desaparecido, y otro está hospitalizado en estado crítico. Mientras, el gobernador de turno no sabe qué hacer con los ahogamientos, incluyendo los del fin de semana.
Pero todo esto pasa, mientras en los EE.UU. Donald Trump y Joe Biden han sido certificados para la contienda electoral del 2024, como candidatos presidenciales de sus respectivos partidos políticos. Ambos han cambiado todas las reglas, incluyendo la de la edad, pues se trata de los candidatos de mayor edad al puesto de presidente en la historia de dicho país. Pero a nadie le interesa esto en Puerto Rico, salvo pensar que con fondos federales, según el gobernador Pierluisi, se podría crear un arrecife artificial en la playa de Condado para evitar que se ahogue la gente, y presumimos que igual lógica aplica a la Pared den Luquillo.