(San Juan, 10:00 a.m.) El presidente de la República, Luis Abinader, expresó su preocupación por la seguridad nacional en medio de la creciente crisis y escalada de violencia en Haití y dijo que el primer ministro haitiano, Ariel Henry, quien ayer renunció a su puesto, no es bienvenido en el país por motivos de seguridad.
En una reciente entrevista con el Financial Times, un diario internacional con especial énfasis en noticias económicas y empresariales, el mandatario enfatizó la ausencia de gobierno y autoridad en Haití, describiendo la situación de seguridad como totalmente insostenible, especialmente en el sur de ese territorio, en la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores.
En la conversación reseñada hoy por la prensa nacional, el gobernante precisó que la situación podría deteriorarse aún más si no se implementa, de manera urgente, una fuerza de paz para restaurar allí el orden y aliviar la crisis humanitaria.
Subrayó que la inseguridad en Haití no solo representa un desafío humanitario, sino que también plantea una amenaza directa a la estabilidad y seguridad de la República Dominicana. Por tanto, su administración, asegura, toma medidas proactivas para asegurar que el país no resulte afectado negativamente por esos eventos..
La declaración se produce en un momento de tensión en la nación más pobre de la región, donde las pandillas armadas desafían la autoridad del gobierno, complicando aún más la situación política y social.
Abinader observó que, dada la situación actual, no considera adecuada la presencia del primer ministro haitiano en República Dominicana.
El 14 de septiembre de 2023, el gobierno local cerró su frontera terrestre de 390 kilómetros con Haití desde el reciente aumento de crisis, implementando estrictas restricciones en el flujo de bienes.
El dignatario hizo un llamado a la comunidad internacional para unirse en el esfuerzo de pacificar y desarrollar un plan viable hacia elecciones democráticas. Insistió que, sin un gobierno legítimo y una disminución significativa de la violencia, un proceso electoral en Haití sería inviable.