A decir de un ilustre filósofo, la historia se repite. En cambio, lo que desafortunadamente no siempre se repite, es la altura de miras de sus protagonistas. Sus valores, intereses y compromisos. De ahí, más tristemente que de su desconocimiento – como sostenía Jorge Agustín Ruiz de Santayana, que el deja vu de esta inevitable repetición seguramente sea acometida como tragedia o como farsa –, como señala Carlos Marx en el 18 Brumario de Luis Bonaparte:
“Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa”.
Paul Nizan, escritor francés, escribe en su libro Aden Arabia:
“Siempre se me ha dejado creer que los hombres tenían espesor, creo que hay algo que les impide ser opacos como auténticos hombres, como esos de los que se habla, por ejemplo en la Historia, en la Poesía. Por lo tanto, ¿el hombre no será nunca otra cosa que un personaje histórico?”